Los egipcios «no se inclinarán» ante las «campañas despiadadas y fascistas de detenciones arbitrarias» sobre los líderes de los Hermanos Musulmanes, dice la Alianza Nacional en Defensa de la Legitimidad.

Los Hermanos Musulmanes y sus aliados han llamado a los egipcios a tomar este viernes de forma masiva las calles del país en la jornada bautizada como «viernes de los mártires», que ha despertado el temor a un estallido de la violencia similar al que se vivió hace justo una semana. Los islamistas, además, instaron a sus seguidores a que continúen la campaña de desobediencia civil que fue lanzada esta misma semana.

La Alianza Nacional en Defensa de la Legitimidad considera que los egipcios «no se inclinarán» ante las «campañas despiadadas y fascistas de detenciones arbitrarias» sobre los líderes de la Hermandad y de sus grupos afines, y que sus partidarios responderán al llamamiento a marchar desde las mezquitas del país.

El pasado viernes, las manifestaciones de apoyo al depuesto presidente Mohamed Mursi derivaron en un estallido de la violencia en el que fueron atacadas comisarías e iglesias en todo Egipto y en la violenta represión de las fuerzas de seguridad.

Desde que el pasado 14 de agosto la Policía desalojó a sangre y fuego las acampadas islamistas de las plazas de Rabea al Adauiya y Al Nahda en El Cairo, más de 900 personas han muerto por la violencia en Egipto según las autoridades, aunque los islamistas aseguran que la cifra es mucho mayor.

«En el marco de las actividades pacíficas de la ‘semana de la partida’, la Alianza enfatiza la necesidad de participar en las manifestaciones del viernes de los mártires, que comenzará con marchas masivas tras rezar por las almas de los mártires en todas las mezquitas de Egipto», señaló la coalición en un comunicado. Esta convocatoria llega mientras Egipto continúa en estado de emergencia, con un toque de queda que entra diariamente en vigor a las siete de la tarde.

Además, las manifestaciones se celebran solo un día después de que el expresidente Hosni Mubarak, depuesto en la revolución popular de 2011, saliese ayer de la cárcel al haber expirado el plazo para seguir en prisión preventiva, si bien continuará bajo arresto domiciliario en el hospital militar en que fue ingresado.