El Cairo amaneció tras una nueva noche de violencia política que dejó nueve muertos y más de 80 heridos, lo que elevó a 12 el número de víctimas fatales de las últimas 48 horas en hechos violentos relacionados con el reciente golpe de Estado, informó el Ministerio de Salud.

Autoridades y víctimas dieron versiones distintas sobre los sucesos ocurridos anoche, antes del amanecer, en la plaza del Renacimiento en el barrio capitalino de Giza, donde islamistas de la Hermandad Musulmana, el movimiento del derrocado presidente Mohamed Mursi, acampan desde el golpe de Estado del 3 de julio.

La versión oficial, difundida por el diario estatal Al Ahram, sostuvo -como lo viene haciendo durante los últimos días- que los seguidores de Mursi se enfrentaron a los tiros y con piedras con atacantes desconocidos y vecinos del barrio, quienes ya pidieron a la Fiscalía que desaloje el campamento islamista.

Los choques dejaron nueve muertos y 86 heridos, de los cuales 12 ya fueron dados de alta y los restantes 74 siguen hospitalizados, algunos en estado grave, informó el vocero del Ministerio de Salud, Khaled El Khatib, en un comunicado difundido por Al Ahram.

La Hermandad Musulmana, que mantiene una campaña de protestas contra el Golpe y es reprimida y perseguida por las autoridades de facto, denunció que policías infiltrados y francotiradores  abrieron fuego de forma sorpresiva contra el campamento en la plaza del Renacimiento, cerca de la Universidad de El Cairo.

En un comunicado publicado en la página web del movimiento, la cúpula islamista habló de cinco muertos entre los simpatizantes de Mursi en el ataque policial contra el campamento de protesta y de otras dos víctimas que fallecieron en «choques» frente a una comisaría de Nasr City, en el este de El Cairo.

Según fuentes oficiales, los manifestantes islamistas volvían de una protesta en el aeropuerto y al pasar por la comisaría comenzaron a insultar y atacar a los policías.

Los policías «devolvieron» el ataque y detuvieron a 18 personas, que más tarde fueron liberadas a cambio de que los islamistas pusieran en libertad a dos oficiales que habían capturado durante los disturbios.

Los nueve muertos de esta madrugada que fueron confirmados oficialmente se suman a tres personas que fallecieron ayer, una en las inmediaciones de la plaza Tahrir, en el corazón de El Cairo, y otras dos en la zona de Qaliub, al norte de la capital.

El muerto en Tahrir se registró en enfrentamientos entre partidarios y detractores del golpe.

La prensa estatal egipcia había informado ayer sobre otras tres muertes en un ataque contra simpatizantes de Mursi en Qaliub, pero  el Ministerio de Salud egipcio redujo hoy la cifra a dos víctimas fatales.

Según su comunicado, se trató de dos jóvenes de 18 años que fallecieron tras recibir varios disparos en el pecho.

En la tarde de hoy la tensión había remitido en El Cairo, a pesar de las promesas de la Hermandad de mantenerse en la calle hasta revertir el golpe de Estado que derrocó a Mursi e instaló en el poder a un frente liderado por dirigentes liberales y la cúpula militar.

En tanto, en el resto del país las protestas contra el golpe y la violencia política seguían multiplicándose en las ciudades de Damietta, Alejandría y en Mansoura.

En esta última, un grupo de desconocidos hirió a 15 islamistas que se manifestaban.

La jornada de violencia se completó con un ataque que dejó dos muertos, un civil y un policía, en la Península del Sinaí, una región egipcia que hoy escapa al control del gobierno nacional.

Desde el golpe de Estado del 3 de julio, más de 100 personas murieron por la violencia política en todo el país y al menos 20 en ataques en la Península del Sinaí.