Carta pública al Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos,
y al Ejército de Liberación Nacional, ELN.
Las personas y organizaciones abajo firmantes, comprometidas con la paz de Colombia, saludamos las conversaciones que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC-EP, desarrollan, reconociendo que el camino hacia la paz es complejo y difícil.
El diálogo es la alternativa expedita a la violencia política y la vía abierta para resolver el conflicto armado que vive Colombia. Convencidos que la participación política es la garantía de la ampliación de la democracia y construcción de justicia.
Consideramos, como lo han manifestado muchas personas: una paz sin la participación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) es una paz incompleta. El deseo es el de una paz incluyente con todos los actores armados y para todo el territorio nacional. El ELN ha sido parte del conflicto colombiano durante cinco décadas y debe ser parte de su solución. Reiteradamente, mediante numerosos comunicados públicos, ha expresado su voluntad de diálogo y negociaciones hacia la solución política del conflicto armado.
Por diversas razones, en gobiernos anteriores no fue posible concluir exitosamente un proceso de negociación con el ELN y corresponde al actual gobierno dar continuidad a dicha tarea. Más allá de las diferencias sobre los métodos, reconocemos en el ELN una fuerza política, una voluntad de paz y un deseo real de avanzar en un proceso de negociación, hacia una paz digna, sin vencedores ni vencidos.
Ya desde el Acuerdo General que hoy se desarrolla en la Mesa de La Habana hay una puerta abierta explícita que contempla la incorporación de otros grupos armados a esa mesa de conversaciones y negociaciones. Si hay voluntad política, la forma de articular los dos procesos o de desarrollarlos en paralelo sería un asunto secundario.
Los actuales obstáculos para retomar el proceso deben superarse desde el respeto a los principios humanitarios y la terminación de todas las prácticas que afecten la dignidad humana, entre otras, la del secuestro. El ELN debe renunciar a la práctica del secuestro, dejar en libertad a las personas que tiene secuestradas, entre ellas el ciudadano Canadiense Jernoc Wobert. Una decisión de este tipo será una contribución positiva a la superación de los obstáculos que han impedido el establecimiento de una mesa de conversaciones y negociaciones de paz con el gobierno.
Llamamos tanto al gobierno nacional como al ELN que avancen -en el menor tiempo posible- en un acercamiento y en un diálogo, con el fin de contribuir a una paz justa para el pueblo colombiano. Es el deseo de la gran mayoría: el final del conflicto armado en una mesa de conversaciones con las reformas que de allí surjan. Para concretar nuestro aporte a la negociación, pedimos una reunión con el Sr. Presidente Juan Manuel Santos y la posibilidad de un intercambio con el ELN.
Estamos seguros de la participación de actores de la vida pública, como de la comunidad internacional. El apoyo de países vecinos es fundamental en este propósito. De igual manera, el de las iglesias y las organizaciones de la sociedad civil, entre otras instituciones, que apoyarán sin duda las iniciativas para alcanzar la paz.
Nos comprometemos a aportar, de acuerdo a nuestras posibilidades y competencias, los esfuerzos para que la paz sea además de un asunto de las partes que dialogan directamente, un proyecto nacional, tal como lo han expresado el gobierno nacional y el ELN.
Firman:
Antonio Navarro Wolff y firmas de más de cien figuras públicas colombianas y más de 20 organizaciones.
Comunicado publicado en alainet.org