Los enfrentamientos, que también dejaron siete heridos, se produjeron en la plaza Tahrir. Antes hubo una masiva manifestación popular en favor de Mursi frente a la embajada de Estados Unidos.

Una de las víctimas murió en El Cairo durante choques en la céntrica plaza Tahrir, donde ambas facciones se atacaron a tiros y con piedras y pirotecnia mientras fuerzas de seguridad disparaban gases para tratar de dispersar a la gente, informó la agencia de noticias oficial egipcia MENA.

Otras 21 personas resultaron heridas en la refriega, la mayoría de ellas con lesiones causadas por balas, informó el jefe de los Servicios de Emergencia Médica de Egipto, doctor Mohamed Sultan.

Fuentes de seguridad y testigos citados por MENA y por la TV estatal egipcia dijeron que los enfrentamientos se originaron luego de que cientos de seguidores de Mursi se acercaron a la plaza tras manifestarse en la embajada de Estados Unidos contra el golpe del 3 de julio.

Una fuente militar citada por la página web del diario Al Ahram dijo que los partidarios del golpe se abalanzaron sobre los seguidores de la Hermandad Musulmana, el movimiento islamista de Mursi, al creer que estos querían atacar la plaza, lugar donde están acampados los partidarios del golpe de Estado.

Por su parte, Ahmed Abdu, miembro del comité central de la campaña «Tamarrud» (rebelión), que instigó las protestas anti Mursi, afirmó que fueron los islamistas quienes se enfrentaron primero a los manifestantes en Tahrir, informó la agencia de noticias EFE.

Al norte del Cairo, en tanto, dos jóvenes de 18 años murieron también hoy de disparos que recibieron durante una marcha de apoyo al depuesto mandatario, informaron fuentes médicas a Al Ahram, que agregaron que otras 3 personas resultaron heridas, una por perdigones y otras dos por balas de plomo.

Fuentes de seguridad dijeron a Al Ahram que las muertes se registraron en enfrentamientos entre seguidores de Mursi y opositores a la Hermandad.

En un comunicado, sin embargo, la Hermandad denunció que el Ejército disparó «de forma intensa» contra la marcha a la altura de la localidad de Qaliub.

En tanto, también hoy, la familia de Mursi acusó al Ejército de tener secuestrado al líder islamista desde el golpe de Estado.
La hija de Mursi, Shaima, anunció en rueda de prensa en El Cairo que la familia «va a emprender medidas legales tanto a nivel nacional como internacional» contra el Ejército egipcio.

En la primera reacción pública de la familia desde que Mursi fue derrocado, Shaima advirtió que considera al Ejército responsable de la «seguridad e integridad» del ex mandatario.

«Adoptaremos medidas legales nacionales e internacionales contra Abdel Fatah al Sisi», explicó la hija del mandatario depuesto, en referencia al jefe del Ejército y actual viceprimer ministro.

Usama, hijo de Mursi, dijo que su familia no tuvo contacto con el presidente desde que fue derribado y «secuestrado».

En tanto, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea manifestaron hoy en una declaración conjunta su «profunda preocupación» por la situación en Egipto y pidieron la liberación de «todos los políticos detenidos», incluido Mursi.

Los cancilleres de los Veintiocho subrayaron la importancia de que «Egipto se embarque en una transición que permita la transferencia del poder a un gobierno elegido democráticamente y dirigido por civiles» y haya elecciones lo antes posible.

La Hermandad exige la restitución de Mursi y mantiene su campaña de protestas contra el golpe de Estado, que lo derrocó a un año de su asunción y que dividió profundamente al país justo cuando buscaba estabilidad tras la revuelta popular que en 2011 derribó al autocrático Hosni Mubarak después de 30 años en el poder.

El golpe a Mursi estuvo precedido por masivas manifestaciones en las que millones de egipcios salieron a las calles para reclamar la renuncia del líder islamista y denunciar la monopolización de las instituciones por parte de su Hermandad Musulmana.

El Ejército dice que actuó en nombre de los millones de egipcios que tomaron las calles para exigir la dimisión de Mursi, a quien se acusaba de autoritarismo y de querer islamizar la sociedad tradicional y mayoritariamente laica de Egipto.

El titular de la Corte Suprema, Adly Mansour, asumió como presidente interino el 4 de julio, y la semana pasada asumió el Ejecutivo que estará en funciones hasta nuevas elecciones, previstas para el año próximo.

Hoy, luego de la violencia en Tahrir, Mansour reiteró un llamado a la reconciliación que ya había hecho la semana pasada.

«Ha llegado el momento de que nos reconciliemos, y convirtamos esto en un comportamiento en nuestras vidas», dijo Mansour en su alocución con motivo del aniversario de la Revolución de los Oficiales Libres que, encabezada por Gamal Abdel Naser, acabó con el régimen monárquico el 23 de julio de 1952.

Desde la caída de Mursi, extremistas islámicos que operan en la península del Sinaí redoblaron sus ataques, y ayer mataron a cuatro agentes de seguridad y a dos civiles.

Fuentes de seguridad dijeron que los agresores mataron a tres soldados y a un policía en ataques separados en Arish y que dos civiles murieron más tarde cuando soldados se enfrentaron a tiros con los insurgentes cerca de la localidad.