Por Daniel Urbino

PRENSA LATINA.- Autoridades gubernamentales y la sociedad civil cubana trabajan de conjunto para garantizar en la isla el empoderamiento de las mujeres, el respeto a sus derechos y la participación activa de las féminas en la comunidad, según lo abordado durante un reciente foro en la isla.

La capital cubana acogió a finales de mayo en el Palacio de Convenciones a los participantes en el III Seminario de Evaluación del Plan de Acción de Seguimiento a la IV Conferencia de la ONU sobre la Mujer, mecanismo conocido por el Plan de Acción de Beijing, para promover la igualdad de género.

En el encuentro de dos días se discutieron cuestiones como el cumplimiento en Cuba de las medidas acordadas en la Conferencia, las proyecciones y el escenario mundial.

Los delegados al foro contrastaron la situación en materia de igualdad de género de la isla con otras partes del planeta, donde las féminas -de acuerdo con Naciones Unidas- son de las más afectadas por los conflictos modernos, la segregación ocupacional, la violencia y la discriminación.

Desde que en 1910 Clara Zetkin propusiera la celebración anual del Día Internacional de la Mujer en Copenhague, Dinamarca, largos y progresivos pasos dio la humanidad en la lucha por los derechos femeninos.

Más de 100 años después y superada la primera década del siglo XXI algo no anda del todo bien, coinciden especialistas y organizaciones.

“El impacto de la crisis sistémica del capitalismo en el plano económico, financiero, energético, medioambiental, alimentario, político, social y laboral ha frenado y, en muchos casos, revertido los progresos alcanzados en la igualdad de género y el alcance de las Metas de Desarrollo del Milenio”, opinó la viceministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba Odalys González.

La directiva habló del tema en uno de los debates del seminario, en el cual se constataron los interesantes resultados y avances del país caribeño en la inclusión y equidad de género.

González destacó que los avances en la isla han tenido lugar a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone desde hace más de 50 años.

MUJERES Y EMPLEO

En un mundo donde los problemas para acceder al empleo despiertan cada vez más insatisfacciones, la isla contrasta con un elevado índice de participación femenina en la economía.

A decir de la viceministra, las mujeres conquistaron el 48 por ciento de los puestos de trabajo estatales, “lo cual evidencia una ordenada política del país para la incorporación laboral de las personas aptas y con disposición para ello, sin discriminación alguna”.

Las féminas y los jóvenes se identifican entre los sectores priorizados, reveló González, quien calificó como un proceso ascendente e ininterrumpido la participación de las mujeres en el empleo.

Durante la última década, la isla también mejoró en el acceso de las mujeres a puestos de dirección. “Hay progresos en tal sentido, y las féminas en cargos de dirección aumentaron. Percibimos una voluntad política para continuar avanzando en este empoderamiento”, resaltó.

La vicetitular de Trabajo y Seguridad Social consideró notables los avances en los últimos cinco años, sobre todo en la incorporación y permanencia en el empleo.

En la actualidad, el 46 por ciento de los directivos en el sector estatal civil son mujeres. De igual forma, en el Parlamento ocupan el 48 por ciento de los escaños mientras que en las Asambleas Provinciales son mayoría.

A propósito del tema, Teresa Amarelle, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), comentó a Prensa Latina que hay un interés por elevar la participación en el sector no estatal de la economía, donde ellas apenas representan la tercera parte de la fuerza.

“Trabajamos en la preparación de la mujer para asumir los cambios sociales que genera la actualización del modelo económico cubano”, señaló.

NO TODO ESTÁ RESUELTO

En opinión de Amarelle, los organismos y entidades de la nación deben facilitar una mayor inserción social con acciones concretas encaminadas a una presencia superior de las mujeres en el empleo por cuenta propia, como se conocen en la isla las formas no estatales de gestión.

Según la secretaria general de la FMC, desarrollar servicios de cuidados a la familia es una de las vías indispensable para quienes sufren de una sobrecarga de responsabilidades domésticas que impiden el pleno acceso a acciones de superación cultural y, por ende, a mejores trabajos e ingresos.

Al hablar sobre esta evaluación -la tercera que organiza la nación-, la dirigente alabó el saldo positivo que deja el foro, el cual se erigió como un espacio para “identificar brechas y proponer caminos a seguir; los debates han sido muy intensos y ricos, con muchos aportes”.

En opinión de la viceministra de Educación Irene Rivero, los temas de género deben incluirse en cursos destinados a directivos y fomentarse la creación de cátedras de la mujer en las instituciones docentes.

“Hay que perfeccionar las relaciones de corresponsabilidad en el vínculo hogar-escuela, en aras de garantizar correctas influencias educativas y promover un mayor protagonismo de la familia y de la comunidad”, propuso la viceministra Rivero.

Además, estas políticas deben ser accesibles para el creciente sector no estatal.

EVALUACIONES DEL PLAN DE BEIJING

Desde 1975 -cuando se declaró el Año Internacional de la Mujer- y hasta la fecha, se realizaron cuatro conferencias mundiales sobre el tema. La última tuvo como sede a Beijing en 1995.

En 1997 el Consejo de Estado cubano, tras la evaluación por parte de la sociedad civil y las entidades gubernamentales de la plataforma acordada en Beijing, aprobó un plan de acción donde se reconoce la responsabilidad estatal en la búsqueda de la igualdad de género.

Según la FMC, estas políticas se resumen en “un conjunto de 90 medidas que deben cumplir los organismos y demás entidades para asegurar el avance de las cubanas en la sociedad”.

Con el aval de la ONU, los logros de Cuba en el tema la convierten en un ejemplo en la región aunque deben perfeccionar sus políticas sobre igualdad de género para alcanzar la plena inclusión de las mujeres, señalaron delegadas al foro.

Como es lógico, tras 11 años desde la última evaluación del Plan de Beijing, las nuevas realidades y desafíos impuestos al país por la actualización del modelo económico generaron propuestas de modificaciones a las medidas.

Según informó Amarelle al concluir el seminario, “hubo cerca de 200 intervenciones que enriquecieron las medidas del plan, de ellas, casi la mitad fueron mejoradas”, acotó.

Solo en la comisión de salud, derechos sexuales y reproductivos, investigación y estadísticas, de las 25 medidas relacionadas con el tema, se modificaron 14 y se unificaron 3.

En la de Legislación, solo dos se mantuvieron, mientras que fueron modificadas 10 y agregadas dos.

En el área de Mujer y Medios, Trabajo Comunitario y Social, Educación y Salud hubo 10 modificaciones y se eliminó la medida referida a la capacitación a las mujeres profesionales de los medios de comunicación, por considerarse cumplida.

Cinco nuevas medidas se agregaron en el documento final. Intentos para acercar más las realidades de la isla a los sueños.