La desaprobación al primer año de gobierno de François Hollande no para de crecer en Francia, especialmente dentro del electorado de izquierda, que en su mayoría se declara decepcionado con el primero de los cinco años de mandato del socialista.

«Hizo muchísimas promesas y nada de eso fue respetado. Lo único que respetó fue hacer ley el matrimonio igualitario, que está muy bien, pero hay un montón de otras cosas quizás más necesarias frente a esta crisis económica. Por eso me siento traicionado», dijo a Télam Emre Ogur, un trabajador de 28 años.

«Voté por Hollande porque esperaba equidad en este país. Pero aumenta los impuestos a los ricos, y los ricos que forman parte de su gobierno evaden con cuentas millonarias en el extranjero. Es desilusionante comprobar que los políticos carecen de credibilidad y rozan la hipocresía», añadió Ogur, de origen turco y empleado en un negocio de comidas rápidas en el barrio de Belleville.

Una encuesta publicada la semana pasada por el canal privado de noticia iTélé (realizada por TNS Sofres) mostró que el 76% de los electores socialistas en la elección presidencial se declaran desilusionados por Hollande. Solo 15% aprueba el primero de sus cinco años de gestión.

Sin embargo, la profesora de secundaria Céline Roth, de 36 años, afirma no sorprenderse del inicio de gestión del Partido Socialista (PS), que volvió al poder luego de la Presidencia del conservador Nicolas Sarkozy.

«No esperaba nada, temía que iba a ser así pero creo me quedé corta. Lo voté en las dos vueltas, pero fue un voto contra Sarkozy, no a favor suyo. Quería que se termine ese modelo ultraconservador y nacionalista, por eso lo volvería a votar igual», le dijo a Télam Roth, quien lamentó que Hollande no haya respetado su promesa de darle prioridad a la educación.

«Su reforma educativa es como parches colocados en una rueda de bicicleta gastada. Se necesitan reformas valientes y novedosas sin recortar constantemente los presupuestos, pero Hollande ya dilapidó su caudal de confianza», remarcó la profesora de historia en un secundario de los suburbios de París.

A dos días de cumplir un año en el poder, la figura de Hollande es reprobada por el 76% de los franceses, quienes en una reciente encuesta publicada por el diario Le Parisien califican como «negativo» el balance de su gobierno, que finalizará en 2017.

«En 2007 voté a Sarkozy y en 2012 a Hollande, y siento que, pese a que las formas son menos prepotentes, las políticas que se aplican son las mismas», le dijo a Télam en el capitalino barrio de République, el kiosquero Didier Dupont, de 51 años.

Y precisó: «Es lamentable admitir esto, pero hoy por hoy empiezo a identificarme con las propuestas de la extrema derecha, pese a no compartir su pensamiento sobre inmigración y su antieuropeísmo, Eso es preocupante, pues nunca los votaría, pero hay mucha gente que empieza a alejarse de los partidos tradicionales y coquetea con las propuestas de los partidos más extremistas».

Por su parte, el estudiante Christophe Le Cossec, nieto de resistentes comunistas a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial e hijo de un alcalde comunista en una ciudad de los suburbios parisinos, se «indigna» ante lo que considera «un tratamiento mediático injusto» y «sobredimensionado» frente a la gestión del presidente Hollande.

«Es verdad que Hollande y el PS ayudan a que le peguen de todos los sectores, pero recibe un tratamiento mediático injusto y sobredimensionado. Cuando Sarkozy o Jacques Chirac estaban en el poder los medios fueron por demás condescendientes», expresó Le Cossec, de 24 años y estudiante de sociología, que quiere «militar por primera vez para frenar el ascenso de la ultraderecha».

De su lado, Sébastien Fronzac, un informático de 34 años que votó por Hollande, defendió al mandatario por «haber asumido un país con una herencia desastrosa de 17 años de gobiernos conservadores», y valora «el coraje de asumir con realismo la necesidad de desendeudar a Francia».

Asimismo, la marfileña Salamata, de 59 años, que reside en Francia desde hace 22 años, no oculta su desaprobación tras los primeros 12 meses de Hollande en el poder.

«No se puede creer en los políticos. Había prometido regularizar a los `sans papiers` (indocumentados) y otorgar el derecho a voto a los extranjeros, pero ya dijo que no lo hará. Además, puso un ministro del interior (Manuel Valls) que es un mal imitador de Sarkozy», graficó la inmigrante, que trabaja en un negocio de vinilos en el barrio de La Bastilla.

Mientras tanto, para Edouard Coadou, panadero de 43 años, «la falta de preparación de Hollande hace todavía más grande lo realizado por Sarkozy», motivo por el que lamentó haber votado por el socialista.

«Me considero de centro, por eso voté por los que consideré las mejores opciones: en 2007 por Sarkozy y en 2012 por Hollande. Pero el horrible gobierno socialista va a allanar el camino a Sarkozy para volver en 2017 porque nadie quiere en Francia un gobierno de ultraderecha ni ultraizquierda», subrayó.