El Tribunal Constitucional de Portugal ha rechazado contundentemente los recortes en las pagas extras a funcionarios y pensionistas y el nuevo impuesto sobre los subsidios de salud y desempleo, calificándolos de ilegales “por violar el principio de igualdad”.

El Gobierno luso, con estos recortes en los Presupuestos Generales para 2013, buscaba cumplir dos objetivos: ahorrar y cumplir su promesa a la «troika» (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) de aplicar recortes.

Con esta decisión, el Gobierno del primer ministro Pedro Passos Coelho se enfrenta a una situación muy difícil ya que debe hallar soluciones alternativas ante este rechazo del tribunal.

Estas cuatro medidas de austeridad significaban 1200 millones de ahorro para las arcas públicas.

El Gobierno de Portugal tiene que aplicar severas medidas de austeridad y una reforma económica con el objetivo de satisfacer las exigencias de la “troika”, que le otorgó un rescate de 78 mil millones de euros en mayo de 2011.

Pese a la oposición del pueblo portugués a tales medidas, el Gobierno defiende sus políticas financieras argumentando que estos recortes ayudan al país a cumplir con los objetivos y demandas establecidos por la “troika”.

La crisis económica que comenzó en Europa en 2008 se cernió sobre Grecia a finales de 2009, y en 2011, sobre Portugal, Italia, España y Francia, entre otros países; una debacle financiera que también ha afectado a otras economías desarrolladas del mundo.