El Gobierno norcoreano ha amenazado a Estados Unidos con atacar sus bases militares desplegadas en el territorio japonés, en el caso de desatarse una contienda armada en la península coreana, informa este domingo el diario oficial Rodong Sinmun.

Según el rotativo, los recintos militares estadounidenses de Miasawa, Yokosuka y Okinawa serán los inminentes objetivos de los misiles norcoreanos.

Se trata de la primera vez que el Gobierno de Pyongyang determina exactamente unas bases en concreto. Previamente, también, había denunciado el despliegue militar de Estados Unidos en Japón, así como, las maniobras conjuntas militares de este país con sus aliados regionales en las aguas de la Península, considerándolas como una clara “provocación”.

El periódico norcoreano, publicó el pasado 17 de marzo que Corea del Norte ejecutaría su derecho a un ataque nuclear preventivo contra sus enemigos y aseguró que Japón no sería «una excepción».

En respuesta a esta amenaza de Pyongyang, el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, ha recalcado que su país «no puede permitir una provocación agresiva de Corea del Norte», agregando que va a reforzar las patrullas y vigilancia del país en su territorio.

El sábado, Corea del Norte declaró estar en «estado de guerra» con Corea del Sur y alertó que cualquier provocación por parte de los surcoreanos o de Estados Unidos llevaría a un devastador conflicto nuclear.

No obstante, Corea del Sur ha anunciado este domingo que en abril realizará nuevas maniobras militares conjuntas en su territorio con la Marina de Estados Unidos para mostrar su capacidad.

La península coreana es escenario de una rápida escalada de tensiones desde que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó una resolución y nuevas sanciones contra el Gobierno de Pyongyang en represalia por el ensayo nuclear del pasado 12 de febrero. Sin embargo, Washington desempeña un papel crucial en el agravamiento de la crisis entre las dos Coreas.