Por Prof. Norberto Ovando

Debido al cambio climático global, aunque también podría ser parte de un ciclo
natural, los investigadores predicen que la altura promedio de las olas y la fuerza
del viento aumentará en muchas partes del hemisferio Sur durante el siglo XXI.

Olas

Según un estudio internacional sobre el impacto del cambio climático en la
actividad de los océanos advierte que la altura de olas aumentarán hasta en 30
cm en el hemisferio Sur, pero disminuirá en el Norte, al tiempo que los fenómenos
climatológicos se harán más extremos.

El movimiento ondulatorio (olas) se entiende como la alteración del estado de
equilibrio de las aguas superficiales o profundas, por diferentes factores, entre los
más comunes de esos factores se encuentra el viento, en la superficie o pulsaciones
de densidades en aguas profundas. Cuando varias olas se unen dan origen al
oleaje.

Las olas cambian su tamaño debido al continuo intercambio de calor, energía,
vapor de agua y gases entre la atmósfera y el océano. Todo ello, hace que las olas
cambien de altura, frecuencia y dirección, influenciadas, también, por el viento y
otros factores.

La costa del suroeste de Australia fue estudiada por científicos de la Universidad
Tecnológica de Swinburne, en Melbourne entre 1985 a 2008, los que llegaron a
la conclusión que las olas han aumentado más de un metro respecto a las que se
producían en 1985.

Investigación actual

El reciente estudio, publicado en Nature Climate Change, predice un incremento
en la altura de las olas de entre 20 y 30 centímetros en un área que cubre por
lo menos el siete por ciento de la superficie de los océanos del mundo. Esto se debe
a la intensificación de los desplazamientos de los vientos del oeste en el hemisferio
sur, como resultado del cambio climático.

Según el coautor del estudio el profesor asociado Nobuhito Mori, investigador de
la Universidad de Kioto, Japón también predicen un descenso en la altura de las
olas en una cuarta parte del área de los océanos del mundo, especialmente en el
Atlántico Norte, donde serán un poco más pequeñas y por lo tanto erosionarán
menos las playas ya que tendrán menos energía.

En cambio las zonas costeras del hemisferio Sur se verán más impactadas por
el fenómeno, siendo la Antártida, Australia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea los
cuatro lugares que los científicos creen serán los más afectados.

Para los científicos que han participado en el estudio, los efectos del cambio
climático en la altura de las olas pueden tener tanta importancia en la costa como
el aumento del nivel del mar.

Perjuicios

Según Mori, la pesca en el Sur se vería afectada debido a que olas más grandes
podrían hacer las condiciones más difíciles y advierte que la industria de las algas
marinas también podría verse afectada, debido a que las olas más grandes son
perjudiciales para las algas y evitan el establecimiento de las plantas.

Explica también que las olas más grandes en el Sur podrían traer cambios en la
morfología costera, “Debido a que los sedimentos costeros son influenciados por la
altura de las olas”.

John Pariwono, científico marino del Instituto Agrícola de Bogor, Indonesia,
concuerda que “Las olas más grandes podrían disminuir la intensidad de la luz del
sol para los arrecifes coralinos, lo que no es bueno para ellos”.

También Pariwono cree que si el tamaño de las olas aumenta como se ha predicho,
perjudicaría la pesca en el Sur, siendo los pescadores tradicionales el grupo más
propenso a ser afectado.

Nuestro estudio, dice Mori “Tiene un enfoque global y por lo tanto no es capaz de
determinar la altura de las olas de áreas oceánicas específicas y estrechas; sin
embargo, estamos pensando que ese sea nuestro próximo proyecto”.

Conclusión

Sea o no debido al cambio climático, el fenómeno no deja de ser preocupante ya
que para los habitantes costeros puede ser un problema añadido al ya conocido
aumento del nivel del mar.