El 26 de noviembre de 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 62/10 decide declarar que el 20 de febrero de cada año se celebre el Día Mundial de la Justicia Social.

La iniciativa coincide con la promoción de los esfuerzos para enfrentar problemas tales como la pobreza, la exclusión y el desempleo por parte de este organismo mundial.

La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Defendemos los principios de justicia social cuando promovemos la igualdad de género o los derechos de los pueblos indígenas y de los migrantes. Promovemos la justicia social cuando eliminamos las barreras que enfrentan las personas por motivos de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad.

Mensaje del Secretario General de la ONU para El Día Mundial de la Justicia Social

Al señalar el Día Mundial de la Justicia Social, vemos demasiados lugares donde están disminuyendo las oportunidades para pocos y aumentando las desigualdades para muchos.

La creciente desigualdad mina los progresos alcanzados por la comunidad internacional para retirar a a millones de la pobreza y construir un mundo más justo.

Las líneas de clivaje son visibles en la caída de los sueldos para las mujeres y jóvenes y en el acceso limitado a la educación, servicios de salud y empleos dignos.

Debemos fortalecer y construir instituciones políticas que promuevan el desarrollo inclusivo.

Al adoptar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los líderes mundiales se comprometieron a crear un mundo más justo e igualitario. Gran progreso se ha dado para proporcionar mejores oportunidades de trabajo decente, reforzando la protección social y la mejora de oferta en los servicios públicos.

A pesar de estos avances, billones de personas desesperadamente dependen de nuestros esfuerzos concentrados e incansables. Tenemos que acelerar nuestro trabajo para alcanzar los ODMs hasta el 2015 y mirar hacia el futuro, comenzando a definir nuevas metas para el desarrollo sostenible.

A la medida que buscamos construir el mundo que queremos, vamos a intensificar nuestros esfuerzos para llegar a una sociedad más inclusive, equitativa y basada en el diálogo, transparencia y en la justicia social.