Es sarcástico y lapidario. Sin asco manda a Golborne a buscar pega otra vez al Supermercado de Paulmann, mientras celebra que los patrones de fundo estén de vuelta en sus cuarteles. Sin embargo, advierte, no hay que hacer falsas lecturas ni comprarle el show a su ex contrincante Ricardo Lagos que -de patudo, dice- quiere colgarle un falso triunfo a la Concertación que en realidad es sólo un fracaso más de Piñera. Para Hirsch, la tremenda derrota de la Derecha no es más que eso, dice y agrega  que no hay que perder de vista que la Concertación siempre impedirá los cambios estructurales que demanda el movimiento social. 

 Por Marcel Claude

Entusiasmado con esos más de 8 millones de chilenos que simplemente no fueron a votar, el ex candidato presidencial y vocero de los humanistas, Tomás Hirsch, cree que esa tremenda abstención es una expresión más del movimiento social.

 Tomás es, sin duda, un apasionado por los movimientos sociales. Durante el 2009 y 2010, ya fuera de la política local, fue el coordinador de  la Marcha Mundial por La Paz Mundial que comenzó en Nueva Zelanda y terminó en Chile con más de 250 mil participantes.

 Luego convertido en un vocero internacional de los humanistas, recorrió varios países de Latinoamérica y el mundo, conociendo en profundidad los cambios sociales que ocurren en este nuevo milenio y retorna a la política partidista para articular desde el 2011 una actividad más partidista desde el humanismo en una primera etapa que para él culmina con estas elecciones municipales que, a su juicio, plantean un tremendo desafío de convertir  la política simplemente en una plataforma de expresión social.

 ¿En qué consiste ese proyecto político que concluye con las municipales?

 Nosotros y yo en particular, siempre hemos creído que el humanismo tiene un aporte que hacer a la sociedad chilena, pero siempre junto a otros. No hay un solo grupo que sea poseedor de la verdad y que tenga la solución para solucionar los conflictos que tenemos en el país. Y yo particularmente, he gastado toda mi energía en construir esa red. Una cuestión que ha sido tremendamente difícil… tratamos en 1987 siendo el Partido Humanista uno de los fundadores de la Concertación. En el 1994, nos retiramos de la Concertación para trabajar con la izquierda. Tratamos en el 2004 con el Junto Podemos. Tratamos con MEO, con el PRO…. Y en esta última elección nuevamente intentamos que el proceso fuera lo más amplio posible, pero hay una dispersión tremenda lamentablemente. Y entonces para estas elecciones parlamentarias levantamos una lista con el MAS y con diversas organizaciones sociales.

Siempre he creído en esa construcción amplia. Y eso fue lo que intentamos en esta elección. Lo intentamos con Marco Henríquez Ominami, lo intentamos muchísimo, pero no fue posible porque vimos en la gente que está trabajando con él, las mismas actitudes hegemónicas que vimos en la Concertación y para tener un PPD 2.0, la verdad es que nos parece poco interesante.

Esta cosa de negociarlo todo, con estas prácticas arcaicas de la política de antaño, la verdad es que nos pareció que no tiene nada que ver con lo que los movimientos sociales están pidiendo. Y no tiene nada que ver con el estilo que tenemos los humanistas, seremos unos ingenuos o unos tontos, pero nos gusta tener conversaciones directas, francas, honestas… sabiendo lo que se puede o no, y no estar con el muñequeo, las negociaciones, el cuoteo…

¿El PRO y MEO están reproduciendo el sistema político del que se fueron?

Lamentablemente llegué a esa conclusión en ese momento. Yo espero que haya sido eso, sólo una anécdota del momento, no sé. Yo espero acá que realmente haya posibilidad de hacer un trabajo en conjunto con sectores muy diversos. Ojalá haya muchas miradas, desde el mundo étnico, desde la diversidad sexual, desde distintas miradas culturales y políticos con pasados diferentes. Me parece fantástico y por cierto, converger en esas distintas miradas no siempre es fácil porque hay distintas miradas. Pero lo que tenemos que lograr es una actitud de búsqueda de convergencia en la que no se imponga hegemónicamente una sola mirada, un solo partido.

Eso fue lo que falló también en el Juntos Podemos. Y lo vimos nosotros, queríamos hacer una organización paritaria entre organizaciones sociales, y bueno, descubrimos que el Partido Comunista no tenía la más mínima intención de hacer esta construcción. Para ellos la concepción del partido como vanguardia de la organización era lo que aspiraban. Yo ni siquiera podría ser si es bueno o malo, es que es algo muy diferente a lo que aspiramos.

Pero la vanguardia siempre sale desde un punto…

Para mí, la vanguardia la deben llevar los movimientos sociales, sin duda, y los partidos lo que deben hacer es ser instrumentos para la expresión electoral de esos movimientos sociales y eso  es muy atingente hoy día, porque hoy los movimientos sociales tienen la vanguardia de los cambios que necesita Chile: el movimiento estudiantil, medio ambiental… de minorías sexuales.

Mucha gente de la Concertación dice eso también.

Yo no me voy a quedar pecado en el pecado de origen. De verdad que no. Si alguien hoy quiere tomar una decisión que va una dirección interesante, yo lo aplaudo. Si Aguiló se salió de la Concertación haciendo un crítica, me parece interesante pero eso no significa que yo firme el acta de Aguiloista, o Carlos Ominami… no sé. Pero hay que dar el primero paso, una prueba de lealtad social y es irse de la Concertación. Es el primer paso. Eso sí. Si no está ese primer paso de irse de la Concertación, está mintiendo porque permanecer en ese conglomerado es sólo porque le interesa mantener el poder, los cargos y no hacer transformación.

Ahora, el modo en el que se enredaron con un tema tan simple como la recuperación del Cobre por ejemplo o el tema de la asamblea constituyente… ahí hay diferencias que no son menores con el PRO.

Qué pasa hoy, cuál es el panorama fuera de la Concertación, cómo se le explica ese panorama a los lectores de El Rastro?

Bueno, los lectores de El Rastro son gente inteligente, y yo creo que comprenden que es realmente imposible entender la ensalada política que hay. No resiste ninguna lógica, hay hegemonías, hay presiones históricas, hay personalismos extremos… hay proyectos individuales que priman por sobre proyectos en conjunto…  todo esto es un problema real.

¿Entre ellos el Partido Comunista?

Claro. En términos de numéricos uno podría decir que le ha ido muy bien en estas elecciones. Mantuvo a Claudina, ganó a Daniel Jadue en Recoleta, casi sacan a Ballesteros. Pero dime tú, más allá de tener esos cargos de poder, esto no aporta en nada al cambio estructural que necesitamos los chilenos… al contrario, estamos así dentro, lo que sucede es que se absorben más y más. Estar dentro de esa foto con Tellier y el resto de los dirigentes de la Concertación, es claro que no pueden hacerse cambios reales. En lo único que pueden avanzar, es tener uno o dos ministerios en un gobierno eventual de Michelle Bachelet. Eso es. No es más que eso. Tener algunas cuotas y si todo va bien después, sumarle algunas embajadas y ya. Pero esto no es sustancial a cambios, en un país donde cambiar el estilo de vida es urgente… cómo mejorar la salud, la educación. Cómo se cambia la estructura del Estado, es un tema de fondo.

Y el resto de la izquierda política partidista, está desperdigada en muchos grupos pequeños, sin fuerza. Pero yo te lo quiero decir de otra forma, te quiero decir que la mayor cantidad de gente que está descontenta con el país que tenemos, simplemente no está en una estructura orgánica… la gente está en los movimientos sociales, o simplemente en nada. Simplemente en el hastío respecto de un sistema que los desprecia.

¿Esa gente está en esta tremenda abstención que vimos?

Están en todo. Están ahí… en la abstención, en no estar ni ahí. Acá la gente ya no quiere participar, no se siente representada y yo creo que en gran medida es porque la clase política se ha encargado de destruir lo que es realmente la política, lo que es el compromiso social, el trabajo en equipo por un país. Han instalado la cultura del individualismo, del nunca te importe, de arréglate por ti mismo y además, han hecho un espectáculo grosero en la arena política. Si cuando la Concertación estaba en el poder se robaba hasta los sacapuntas. Ahora tenemos ladrones que no se roban sacapuntas…

Se roban las empresas que hacen los sacapuntas…

Claro, … y la empresa que saca el litio para hacer finalmente el sacapuntas. Y la gente se aburrió. Fíjate, qué hizo Piñera desde el comienzo de su gobierno. No nombró un gabinete con proporcionalidad en los partidos. No. Nombró un gabinete con proporcionalidad en los grupos económicos. Mira tú… el grupo Fallabella, los Luksic, los Matte…  ahí están, los Angelini y los Cencosud. Ahí están… clarito. Los dejó instalados.

La ConcertAlianza se han dedicado a denostar durante años la política… entonces por qué hoy les extraña que el sesenta y tantos por ciento de la gente hoy quiera seguir participando. A mí me llama más bien la atención eso…  porque así que vamos, uf.

 ¿Tú votaste?

Si, sí… pero te voy a ser bien franco. Tenía dispuesta una hora para estar ahí… si se alargaba la cola de mi mesa, me iba a ir. Y eso que nosotros somos personas que tenemos cercanía con la política, pero mi hijo por ejemplo, simplemente no fue a votar.

Mi hija tampoco votó.

Bueno imagínate que tremendo. Nuestros propios hijos no votaron, y nosotros que somos personas cercanas, con motivaciones concretas para cambiar el país. Era un día espectacular para hacer picnic, para salir. ¿Qué es más atractivo? Piensa así en simple. Yo me fui a la casa de mi hermano después que vive en el Cajón del Maipo, y los autos pasaban sin parar y no iban a votar allá, iban de paseo. Cualquier cosa hoy motiva más que ir a votar.

Uno mira la elección, y realmente daba vergüenza los mensajes de los candidatos…  una vergüenza… “Juanito te quiere”, “Pablito está contigo”. Sin ideas, sin propuesta… nada. Había comunas donde había 30 candidaturas y no encontrabas ninguna que tuviera una propuesta de ideas concretas, nada.

Creo que hay un descontento social impresionante. Y creo que una gran mayoría en Chile en serio quiere cambios estructurales y que el modo de expresarlo fue diciendo: váyanse a la mierda, yo no participo, yo no voto. Se podría expresar con el voto nulo, sí, pero creo que esto es una forma radical… dramática. Con esto, quiero decirte que el movimiento social está expresado en la abstención. Sin duda.

El primer tema acá es que se expresó el descontento profundo que hay con el sistema, en esta abstención electoral tremenda… aquí hay un movimiento social diverso que se expresa en el Yo No Voto. Es un dato de la causa gigantesco. Si nosotros pudiéramos conectar con ese sentimiento profundo que está ahí, no sólo podríamos tener un buen resultado en una próxima elección, sino que realmente podríamos ganar y hacer cambios profundos.

Pero tenemos ese desafío de construir un proceso para hacer una plataforma paritaria que los incluye a todos, un programa, una propuesta clarita, clara… que yo creo que todos la sabemos ya. La dicen los movimientos sociales…

Te comprendo. Pero a mí me preocupa una suerte de desafección que hay hacia la política. Profunda. Hay un grupo que tiene un desinterés total y profundo que dice que votar no sirve para nada. Que pone en duda el sistema completo. No es algo que depende de una oferta… siento que hay un grupo desafectado de la política.

Yo creo que te voy a contestar cómo no lo esperas. Pero yo si creo que hay un proceso de alquimia en esto. Uno se convierte en otro… Yo creo que la desafección la tiene finalmente aquel que comienza rechazando un sistema.  Quizás uno llega más a la catarsis. Pero si creo que hay un vaso comunicante y que esa desafección puede ir cambiando en la medida en el que hay un interés. Se ha visto en muchos países de América Latina en los que votaba solo un 30 % y de pronto, un proceso que comienza social termina en las urnas y va el 80% a votar. Acá también puede pasar.

Mira, de los nuevos inscritos un 90% no fue a votar. O sea, no se inscribieron, y cuando los inscribieron, simplemente no fueron a votar. Puedes hacer proyección simplemente por las mesas nuevas.

Bueno, internacionalmente no se habla de que Chile sacó a los alcaldes emblemáticos de derecha, sino de que ganó la abstención. ¿Cómo un elemento más, cuánto crees que influyó el llamado de la ACES?

Aunque se me enoje la Eloisa, yo creo que su gran acierto no fue el llamado. Sino más bien un pronóstico. Ella vio, captó esa sensibilidad. En otro momento, nosotros los humanistas, llamamos a no votar, a abstenerse, pero no captamos en ese momento… porque la gente si fue a votar.

Ella captó esa sensibilidad que se iba a manifestar con este voto voluntario. Y efectivamente coincidiendo con su sensibilidad, millones… pero millones de chilenos no fueron a votar. Estamos hablando de más de 8 millones de chilenos, ¿te das cuenta?

¿Y políticamente?

Bueno, está claro que es la derrota total de la derecha, de la soberbia… es rotundo. Es la derrota absoluta de la sonrisa ridícula de alguien que cree que puede ser presidente así no más, con un par de acciones mediáticas. Yo creo que Golborne lo mejor que puede hacer es ir a hablar  por Paulmann a ver si le devuelve la pega. Y Sabat como es muy honesto, ya lo venía escuchando en la radio decir un poco en broma un poco en serio, que le iba a preguntar a Piñera a ver si le quería dar un ministerio o una embajada. Este es un segundo elemento a considerar realmente… esta derrota de la derecha fulminante. No se puede obviar….   Pero esto es un tercero punto que hay que tener en cuenta y que es que esto no garantiza para nada algún cambio, nada de nada.

No me cabe duda que no significa nada más que eso… una derrota a la derecha. Pero esto no es un cambio social. No hay que hacer una lectura equivocada.

¿Mérito de la inoperancia de Piñera que quiere capitalizar la Concertación?

Me dio vergüenza ver a Lagos… corría de un comando a otro. Patudamente, increíble. Patético. O Insulza que se fue corriendo al comando de la Maya a Ñuñoa, en un fototropismo vergonzoso.

Está muy bien que se vayan los milicos asesinos como Labbé, los autoritarios patrones de fundo como Sabat. Muy bien. Pero no nos equivoquemos. La llegada de estos nuevos alcaldes de la Concertación no significa ningún cambio estructural para el país. Eso digo, claramente. Perfecto que se vayan estos monstruos, maravilloso, pero los que llegan no representan el cambio estructural que piden los movimientos sociales.

¿Hay un cuarto punto que ves en estas elecciones?

Claro que sí. Primero era que en la abstención está expresado el movimiento social. Segundo punto es al derrota contundente de la derecha, el tercer punto es que esto no cambia nada. Y entonces, en el cuarto punto, es que la tarea que tenemos es construir un proyecto unitario basado en un programa que exprese ese anhelo de ese movimiento social que pide cambios de fondo… que todos ya sabemos.  Mira… piensa, dime 3 ó 4 demandas sociales hoy y verás que son cambios que todos sabemos que se necesitan y que son estructurales.  ¿Cuáles se te ocurren para mejorar Chile, a ver, dime?

ARTICULO PUBLICADO POR «EL RASTRO»