Los dirigentes de la comunidad musulmana denunciaron el aumento de la «islamofobia» en Francia y exhortaron al presidente François Hollande a que condene ese fenómeno, que preoucupa también a obispos católicos.

La comunidad musulmana de Francia, la más importante de Europa, cuenta entre 4 y 6 millones de miembros.

Sus responsables se reunieron el jueves con el primer ministro Jean-Marc Ayraultel a quien le dijeron que en Francia se registran cada vez más ataques la comunidad musulmana.

En la reunión, los líderes pidieron que se «respete» al Islam como se respeta a las otras religiones.

«Dado el aumento de actos islamofobos y del racismo antimusulmán, deseamos una declaración solemne del presidente de la República» condenando esos ataques, de la misma forma en que condena el antisemitismo, declaró Abdellah Zekri, del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), después de la reunión con Ayrault.

Los musulmanes quieren en concreto una declaración similar a la que efectuó Hollande la semana pasada, cuando afirmó que Francia estaba determinada a «combatir sin tregua el antisemitismo», y que la garantía de la seguridad» de los judíos era «una causa nacional».

«Los judíos de Francia deben saber que la República hace todo para protegerlos. No es un asunto de los judíos sino de todos los franceses», declaró Hollande en la escuela judía donde un profesor y tres niños fueron asesinados en marzo pasado por un militantes islamista radical, Mohamed Merah.

Zerki, que preside el Observatorio de la islamofobia en el CFCM, subrayó que los actos islamófobos aumentaron «34% el año pasado.

«Las cifras indican un aumento de 14,6% sólo para el primer semestre de este año», dijo el responsable, que augura que las cifras para el segundo y tercer trimestre serán también inquietantes.

Sondeos realizados recientemente por el instituto Ifop para el diario Le Figaro sugieren que la desconfianza hacia los musulmanes está en aumento en el país galo, donde esta religión es la segunda más importante, con dos millones de practicantes declarados.

Las tensiones en la sociedad francesa en torno al islam han aumentado desde los atentados terroristas del 11 de setiembre, de Londres y de Madrid.

El obispo de Angoulême (centroeste), Claude Dagens, confesó por su parte que se halla «preocupado» por «la emergencia de un antiislamismo católico» que, reconoció, «provoca temores entre los musulmanes de Francia».

«Es con mucha tristeza que veo la emergencia de un antiislamismo católico, de la misma manera que hubo un antisemotismo católico durante siglos. Y lo veo expresarse entre gente que no me esperaba», confió el prelado a la AFP.

Cherki opinó que el debate sobre la identidad nacional lanzado por la ex mayoría de derecha, la polémica sobre el velo islámico, prohibido por la legislación francesa, y el periodo electoral este año en Francia han contribuido a las tensiones.

El debate se ha agudizado también debido a la creciente visibilidad en la última década del velo y la comida halal, que chocan a muchos franceses, en los sectores de derecha, pero también en la izquierda, que subraya que Francia es, antes que nada, un país laico por excelencia.