Fueron 15 horas de ceremonias, rituales, fuegos, oraciones, pedidos y cánticos de los Pueblos Originarios provenientes de distintos puntos de las provincias de Jujuy, Chaco, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y de Bolivia y Perú, con el liderazgo inconfundible de Milagro Sala. Junto a militantes del Partido Humanista de diversos distritos, además de miembros de El Mensaje de Silo que dieron a este festejo una mística potente. La diversidad, la convergencia, el encontrarse con el corazón y la mirada profunda en medio del valle jujeño, hicieron sentir la potente espiritalidad que sopla nuevamente en Latinoamérica.

Desde el miércoles 20 a las 19 se comenzó con el primero de los cultos al Padre Sol en el monumento levantado en honor a Tupac Amaru y a Micaela Bastida en el Barrio de la Organización Barrial Tupac Amaru, que cuenta con 2,500 casas construidas por ellos mismos. Escuelas, hospitales, centros culturales, fábricas textiles, hacen de este lugar una pequeña nueva ciudad que crece con valores humanistas, con la solidaridad y la organización cooperativa de sus militantes.

La ceremonia estuvo especialmente cargada de afecto, dado que era la primera vez que se realizó a los pies de ambos monumentos y además porque daba inicio a la despedida del año viejo y la llegada del año nuevo. Comentaban que este nuevo año traería especiales augurios, porque desde hace cinco años que no sale el sol con el cielo despejado como este 21 de junio. Terminada la primer ceremonia la multitud se dirigió hacia los pies del templo de Kalasasaya para realizar el último ritual antes de que termine el año viejo. Allí se bailó, se cantó y sonaron diversos ritmos musicales autóctonos durante toda la noche esperando la llegada del nuevo año.

De este modo se recibió al año 5.520 de los Pueblos Originarios. En una sincera unión, los presentes pidieron, guiados por Milagro Sala, que no falte el alimento, la salud y el trabajo, cargarse de pensamientos y energías positivas y por el bienestar de la familia.

Para finalizar la celebración, Milagro Sala invitó a los “amigos, hermanos del Movimiento Humanista” a compartir su ceremonia de Bienestar, que cerca de cinco mil tupaqueros siguieron en un silencio profundo. Milagro pidió previamente que todos se tomaran de la mano, y que en esta ceremonia uno se conectaba con los seres queridos, se reconciliaba y el corazón se tranquilizaba. Al terminar la ceremonia guiada por una oficiante y una auxuliar de El Mensaje de Silo, Milagro invitó a todos los participantes a saludarse con el “Paz, Fuerza y Alegría” de los humanistas y el “Jallalla” de los Pueblos Originarios.

“Al abuelo fuego se le pidió más trabajo, educación y más salud para todos los jujeños para todos los argentinos y por la devolución de las tierras a los pueblos originarios, que no haya más contaminación y que las empresas mineras dejen de destrozar nuestros cerros, nuestra naturaleza” fueron palabras de Milagro Sala al terminar la ceremonia, según informa la prensa de la organización Tupac Amaru.

Además agregó que “el tata inti hoy salió y tomamos de él las energías positivas para el bienestar de miles y miles de jujeños, argentinos y de latinoamericanos. Después de cinco años salió el sol nuestro Tata Inti y al ver que salía fue muy pero muy emocionante y a muchos se nos escaparon lágrimas de alegría, anoche el cielo estuvo con estrellas y fue emocionante porque el cielo estaba colorado”.

Para finalizar Milagro Sala, muy feliz por este nuevo año, por la llegada del Tata Inti agregó: “No solo se pidió el bienestar para la Tupac Amaru sino para todos, para los jujeños que no tienen casa que la puedan tener, los que no tienen trabajo que lo tengan y para los que no tiene salud y educación que lo tengan”.