Lo que ha ocurrido, es que a través de este movimiento estudiantil, se ha abierto la puerta para que el mundo social defina el tipo de sociedad que quiere. Nuestras movilizaciones han desnudado a un país injusto, desigual, inequitativo pero abundante en energía, creatividad, ideas y convicciones.

Somos herederos y continuadores de luchas pasadas, tomamos las banderas enarboladas por los secundarios el año 2006 y 2007, profundizándolas, somos memoria y acumulación histórica. Hemos abierto una brecha que permite cuestionar las bases ideológicas, valóricas y culturales del modelo neoliberal imperante. Y quienes lo hemos hecho somos fundamentalmente los jóvenes, es decir, los hijos y nietos del modelo, es el fracaso mismo del sistema. No estamos sometidos a los miedos y a la lógica de los consensos, por eso tenemos la libertad para gritar, levantarnos y movilizarnos, para pensar y crear, para soñar un futuro distinto.

No es extraño que nuestra demanda de hoy sea echar abajo el modelo educacional imperante. Fundamentalmente dos son las razones; en primer lugar, la educación se convirtió en la ilusión de una vida distinta y mejor, y hoy no es nada más que frustración, por lo tanto, es la promesa incumplida de algo mejor; por otro lado, se convirtió en un mecanismo que reproduce material e ideológicamente la injusticia y la dominación. Por eso los grandes triunfos de nuestro movimiento son de carácter ético e ideológico.

Hemos puesto en cuestión el LUCRO, un concepto clave para entender como los poderosos han construido un sistema (basado en la lógica del mercado) que les permite generar ganancias, con nuestras vidas y sueños. No hay chilena o chileno que hoy no se de cuenta que el sistema de educación no es de calidad, que no esta al servicio de las mayorías y que se ha convertido en un gran negocio para los dueños de los establecimientos educacionales y las universidades, a contrapelo del principio universal que reconoce a la educación como un derecho.

Hoy impugnamos el lucro en la educación, mañana en salud, en la previsión y en otras esferas de las políticas públicas. Ese es y será uno de los grandes triunfos ideológicos de nuestra lucha: haber puesto en el centro del debate uno de los elementos centrales del modelo, por eso les duele tanto a los poderosos y por lo mismo tienen miedo.
No solo es movilización en la calle o en las escuelas, sino que también es explosión de ideas y materialización de las mismas en propuestas. No somos ultras, en el sentido que los poderosos plantean, es decir, destructores y vándalos, somos de aquellos que no le tenemos miedo a la lucha y a la radicalidad, porque esta va acompañada de argumentos y lineamientos programáticos a llevar adelante en la construcción de una propuesta educativa para los niños y jóvenes, portadores de un futuro mejor para quienes han sido excluidos por el modelo.

Las páginas siguientes abordan en forma de esbozo, específicamente sobre el sistema escolar, los tres ejes temáticos que creemos son la base para avanzar en un cambio radical de la totalidad del sistema educacional chileno. Los ejes son:
**a) Sistema nacional de educación estatal, gratuita, de excelencia y con control comunitario**;
**b) Tarjeta nacional Estudiantil (TNE) gratuita los 365 días del año**;
**c) Reconstrucción de colegios, liceos y escuelas estatales sin privatización.**

En dichos ejes encontraremos ideas y conceptos claves como el rol fundamental y no subsidiario del Estado, con descentralización y control de la comunidad (poder social); gratuidad de la educación y fin al lucro; Educación Técnica Profesional al servicio de un proyecto de desarrollo del país definido por las mayorías y donde las regiones jueguen un rol relevante; aportes basales a la educación y fin a la subvención; implementación de una Jornada Escolar Completa con una visión integral del sujeto; fin a la segregación (apartheid escolar-social) que potencia el actual sistema de educación; una educación igualitaria e integral; control férreo de parte del Estado a los sostenedores, reposicionar el rol de la comunidad escolar en la definición e implementación de su proyecto educativo, curricular, etc.

Es una primera parte de una propuesta más compleja, extensa y acabada que esperamos a la brevedad terminar. Son nuestras banderas de lucha, y pretendemos aportar al debate y para ello ponemos a disposición esta propuesta al conjunto de organizaciones estudiantiles, profesionales, de padres y apoderados, profesores y académicos, de trabajadores, organizaciones comunales, partidos políticos, ong’s esperando interpretarlos y recoger las ideas, reflexiones y comentarios que nos puedan hacer llegar.

No sólo nos movilizamos por nosotros, lo hacemos por el país, por las mayorías, por un proyecto de sociedad más democrática, participativa y justa. Somos la punta del iceberg, de un continente social que ya no tolera ser abusado, embrutecido, golpeado, humillado, explotado. Somos los que hemos abierto las grandes alamedas para que transite la chilena, el chileno con la frente en alto, exigiendo lo que le corresponde, justicia, democracia, participación.

[Propuesta completa de la ACES](http://www.opech.cl/comunicaciones/2012/05/aces_final.pdf)