Entre enero y marzo del actual ejercicio, el número de personas sin empleo aumentó en 365 mil 900 personas, cifra inédita hasta ahora para la economía de este país europeo, precisó la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE.

Según la EPA, una herramienta que refleja con mayor fidelidad la evolución del mercado laboral nacional que el estudio realizado por el Ministerio de Empleo, la tasa de paro alcanza así su nivel más alto de toda la serie histórica comparable, iniciada en 2001.

Roza, además, el récord registrado en el primer trimestre de 1994, cuando se situó en el 24,55 por ciento (su nivel más alto desde 1976), y supera el dato de diciembre de 2011, que terminó con 22,85 por ciento.

Para algunos analistas, este flagelo, instalado desde hace varios años como el mayor desasosiego de los españoles dentro de una larga lista de preocupaciones, seguirá condenado a ocupar ese triste puesto durante mucho tiempo.

Precisamente, la administración del derechista Partido Popular (PP) presentó la víspera unas sombrías previsiones para la economía nacional, con una tasa de paro que se mantendrá por encima del 22 por ciento hasta 2015, a pesar de su reforma laboral, aprobada en febrero.

Los datos difundidos por la oficina estadística española se tornan aún más sobrecogedores cuando revelan la cantidad de familias con todos sus miembros activos inmersos en el desempleo, o la de jóvenes que quieren trabajar y no pueden.

En el primero de los casos, la cifra de hogares con todos sus integrantes en paro ascendió a un millón 728 mil 400, 153 mil 400 más que en el período octubre-diciembre de 2011 y 342 mil 400 más que hace un año.

La situación de los jóvenes menores de 25 años es también dramática: 921 mil 800 se encuentran cesantes, frente a 850 mil que laboran, de acuerdo con la EPA.

Además de tener el mayor número de desocupados de las naciones industrializadas, España ostenta la tasa de paro juvenil más alta de la Unión Europea (UE), al superar el 50 por ciento, el doble de la media comunitaria dentro de ese colectivo.

Como parte de las duras medidas de ajuste exigidas por la UE y el Fondo Monetario Internacional para reducir el déficit público, el Ejecutivo de Rajoy decretó una enésima modificación del mercado de trabajo que abarata y facilita el despido de los asalariados.

La reforma, que ya le costó una huelga general el pasado 29 de marzo, concede todo el poder a la patronal a la hora de negociar los convenios colectivos y reducir los sueldos.

La ciudadanía debe tomar conciencia de que en España se están moviendo más cosas al margen de esta modificación en las leyes laborales, alertó el sindicalismo, tras poner como ejemplo los brutales recortes en educación y salud emprendidos por la derecha gobernante.

Una vez más, la clase política se equivoca y hace recaer el coste de la crisis en quienes no la provocaron, o lo que es igual, convierte en culpables a las víctimas de la especulación financiera, denunciaron las dos centrales obreras mayoritarias del país.

Los líderes de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, y de la Unión General de Trabajadores, Cándido Méndez, aseguraron ayer que Rajoy ya no se puede escudar en la herencia recibida del PSOE, pues su reforma laboral ya comenzó a hacer estragos en el empleo.

Ambos dirigentes confesaron no entender que el jefe del Gobierno sea el más enérgico mandatario europeo, junto a la canciller germana, Angela Merkel, en las políticas basadas únicamente en la austeridad, cuando empiezan a surgir voces a favor del crecimiento económico.

En la misma línea se pronunció el coordinador federal de la coalición Izquierda Unida, Cayo Lara, quien criticó la obsesión del PP de reducir el déficit público por la vía exclusiva de los recortes sociales y laborales.

Tras calificar de desastrosos e injustos los cambios introducidos en el mundo del trabajo, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) opinó que Rajoy está obligado a promover cambios, porque se encuentra en un callejón sin salida que no conduce a nada.

«Si se abarata el despido y hay recesión, hay más despido; y más despido con menos derechos», subrayó este sábado Alfredo Pérez Rubalcaba, líder de la principal fuerza de la oposición.

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