que era menester retirar unos 70 millones
de dólares que les corresponde aportar en la Unesco, principal ente internacional dedicado a la
educación y la cultura.

¡Que falta de educación y de cultura!¿no? ¡Mejor sería aumentaran los fondos para que los
programas alcanzaran su entorno! Pero ojo, no hay que confundir a ese 1% con otros/as.

Es cierto que no es novedad que el gobierno estadounidenses retire sus fundos de la Unesco, por
no estar de acuerdo con sus políticas. “Se llevó la pelota para la casa” diríamos en Chile aludiendo
a la actitud que a veces tiene un niño taimado cuando el juego no va a su favor. La primera vez fue
en la década de los 70’s, cuando ese organismo internacional promovía la pluralidad y equilibrio
informativo en el flujo de las comunicaciones mundiales. “Nuevo Orden Informativo Internacional”
se llamaba la utopía que intentaba frenar los afanes hegemónicos de las grandes potencias y sus
agencias de noticias. Ese desequilibrio en las fuentes y la circulación de la información, lejos de
disminuir, ha aumentado, incluso dentro de los Estados Unidos.

Pero, en hora buena, han surgido otros fenómenos tecnológicos y comunicacionales, como la
red de redes que hace que estas palabras lleguen a usted. Y, paradoja, esta red de redes contó
también en su génesis con un importante apoyo del gobierno estadounidense, aunque si hubiese
sido por algunos de ellos hubiese seguramente quedado como tecnología privada del Pentágono
con el fin de poder sobrevivir a una guerra nuclear, que era a fin de cuentas la razón para lo cual
invirtieron inicialmente los millones de dólares.

Y es esa red la que me ha permitido mirar, hasta las lágrimas, la reacción de los otros gringos que,
lejos de arrancarse con la pelota para la casa, comprenden que son engranaje vital de un sistema
mundial que no da para más y que están dispuestos a seguir jugando, sudando y recibiendo golpes
si es necesario, a pesar de que el marcador no les sea favorable. Me refiero a esos que dicen
representar al 99% y que están acampando en la costa oeste, en Oakland, imitando a los que
comenzaron en Wall Street, que a su vez imitaban a los de Madrid, que a su vez imitaban a los que
ya todos sabemos.

Que son los que se merecen merecidas felicitaciones al cumplir un mes de resistencia contra el 1%
que sigue pretendiendo frenar la Historia.

Fue allí adonde Scott Olsen, un veterano de la Guerra de Iraq -adonde había ido a combatir
dos veces- fue finalmente abatido. Resultó gravemente herido por un policía de la ciudad que
intentaba violentamente desalojar el campamento. Allí también adonde miles reaccionaron con un enorme paro que el 2 de noviembre pasado prácticamente paralizó el puerto, uno de los
principales de la costa Oeste de los Estados Unidos.

Viven allí varios buenos amigos de los que dejé cuando por allí vivía, en la década de los 80s. Hace
algunos días emocionadísimo al ver una asamblea de los acampados transmitida en vivo en un
canal de livestream, les escribí brindando mi solidaridad. Uno de ellos me contestó:

*“El mundo ciertamente se está volviendo cada vez más pequeño. ..Fueron nuestros hermanos en
el mundo Arabe, España, Grecia y otros lugares que este año nos mostraron el camino… –y (antes) nuestros amigos de Chile que nos mostraron como resistir un largo periodo de
fascismo.. ..el Poder es del Pueblo..”*

Así me secó las lagrimas y reabrió mis esperanzas ese amigo de Oakland.

¡Felicidades!..

¡Que vivan los acampados de Oakland y de todos los rincones de este pequeño ancho mundo que
compartimos!

*“¡el Poder es del Pueblo..el Pueblo Puede!»*