Las próximas elecciones españolas del 20N se saltarán como nunca en la historia de la democracia el lema tan defendido por los ciudadanos durante los últimos meses de «Democracia Real Ya». Los partidos políticos extraparlamentarios no contarán con representación política a no ser que hayan superado la maratón a la que se les ha sometido el último mes. El deseo de reivindicación de un derecho constitucional, ha llevado a 16 partidos* a firmar un manifiesto de denuncia.

Como si se tratase de un concurso de operaciones matemáticas a contrarreloj, los partidos políticos se han visto sometidos a recoger una cantidad de firmas en un tiempo record si querían presentarse a las próximas elecciones españolas. El requerimiento impuesto por los principales partidos, PSOE, PP y CIU, para poder participar como partido político en las próximas elecciones, es al menos del 0,1 por ciento de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección, que en el caso de provincias grandes como Barcelona y Madrid, se trata de unas 5.000 firmas. Se ha contado con 20 días, para dar por válidas, al menos 5.000 firmas.

La Junta Electoral Central ha dejado fuera a algunos partidos rechazando casi 200 firmas por el simple hecho de que los avales que presentaron han sido desestimados, al ser firmas que habían apoyado a otras fuerzas.

El 26 de septiembre del 2011 empezó el plazo legal de la Junta Electoral Central para recoger las firmas de candidatura al Congreso de los Diputados y al Senado. El 17 de octubre del 2011 fue el día máximo para presentar las firmas. Dos días después se comunicó a las entidades el rechazo de las firmas no válidas, dando un plazo de dos días más para corregir los errores y presentar nuevas firmas. Pero mientras tanto, la misma Junta Electoral Central, que en palabras de algunos partidos, ha tratado de modo muy desigual el tema según las provincias, el día 20 de octubre envíó la instrucción a las Juntas Electorales Provinciales de no aceptar nuevas firmas, convirtiendo esta acción en un delito al anular el plazo legal que la propia ley admite.

Ante este panorama de fechas límite, se demuestra como los partidos consolidados pierden más tiempo en poner la zancadilla que en resolver los graves problemas por los que pretenden ser elegidos. También, por supuesto evitar cualquiera de los lemas por los cuales, al menos desde el 15M, viene luchando la ciudadanía a grito pelado.

No deja de ser antidemocrático que un persona solo pueda apoyar a una fuerza en un proceso en que no se pide el voto, sino un apoyo a la democracia y al derecho de elegir, al derecho de no verse restringido a las fuerzas principales, que con sus leyes crearon este acto de caciquismo. El voto es único, pero sólo en las urnas. La firma de avales sólo da la aprobación al derecho democrático.

La situación actual, de una intolerante obediencia partidista controlada por los medios de (des)información, no favorece en absoluto la creación de alternativas, obligando al ciudadano a hacerle creer que con su voto está participando de una real democracia.

Las nuevas voces del 15M, de momento acalladas políticamente por no poder ser representadas, piden nuevas instituciones no politizadas. Pero por el momento, aparte de las urnas, las otras formas de expresión carecen de influencia.

Mientras la única vía actual de democracia sea la política, sólo podemos esperar nuevas propuestas nacidas de la lucha colectiva por respetar los derechos humanos.

El impacto de la participación virtual desde el 15M debería tener sus consecuencias en las próximas urnas, pero estas medidas ilegales, ya se han encargado de que así no sea. Internet, SMS, redes sociales, todos estos medios virtuales han puesto el primer eslabón, pero la virtualidad todavía no se plasma en el mundo real. La realidad sigue siendo un paraíso político controlado por turnos, como el vaivén de una campana, con el badajo una vez hacia la derecha, una vez hacia la izquierda, pero auspiciada bajo la misma vibración de vacío, de desigualdad, de engaño, de opresión de las mentes.

Lo más reclamado por el ciudadano volverá a ser frustrado, porque sus representantes reales, no modificarán sus intereses. Se debería exigir: regulación de los flujos financieros, cancelación de los paraísos fiscales, supresión de tráficos de toda índole, regulación de de recursos naturales de países en vías de desarrollo, eliminación de los grupos plutocráticos (G-7, G-8, G20….), eliminación de los presupuestos para armamento, y un sinfín de derechos que permitan al ciudadano ser creador de su propia realidad y con los derechos básicos cubiertos en todos los rincones del planeta, pero de nuevo no será concedido. Este ciudadano, este hombre, mujer, niño, niña, volverá a ser obviado, olvidado, acallado, si nuevas voces y nuevas riendas no conducen la realidad social.

**No confiemos en que los nuevos modos de comunicación harán el trabajo solos**

La virtualidad, tiene el poder de la organización, de la autogestión, a la vez que tiene el peligro de la ilusión. La comunicación en redes virtuales no tendrá ninguna influencia si la intención humana no se pone en marcha en la vida real. No nos creamos la revolución virtual como arma autónoma y resolutiva. Sólo en el caso de llevarse a la acción, de imponerse de modo real a la injusticia, podrá tener resultado.

Los gritos pacíficos del 15M solo han servido para poner más impedimentos al supuesto estado democrático, cuyos gobernantes, temerosos a la vez que marionetistas de la fuerza con la que se alza la ola virtual, han endurecido las «normas oficiales», difuminando cualquier posibilidad de cambio, poniendo más trabas a que grupos minoritarios sean tenidos en cuenta. Así estas últimas elecciones demostrarán de nuevo que solo seremos contados como votos, como espectadores impasibles sin derecho a crear nuevos valores.

Sin embargo todos creemos estar en algo realmente revolucionario, el poder de la red social virtual, mientras los gobiernos se van fortaleciendo. ¿De qué podemos estar orgullosos si la voz de la necesidad no se impone a la dramaturgia de la coreografía social y de la ilusión virtual?

Estos son los partidos que han firmado el manifiesto: Ciudadanos de Centro Democrático, Demos el Cambio, El Centro, Escaños en Blanco, Falange Española de las JONS, Hartos.org, Izquierda Republicana, Los Verdes Grupo Verde, Mayoría Democrática, Partido Abre tus Ojos, Partido de Internet, Partido Humanista, Partido SAIn, Partit Republicá d’Esquerra, Pirata y Unificación Comunista de España (UCE).

[http://humanismeemergent.blogspot.com/2011/11/20n-vs-15m-elecciones.html](http://humanismeemergent.blogspot.com/2011/11/20n-vs-15m-elecciones.html)