Un dato sorprendente: la ideología no cuenta en absoluto; el malestar por la distribución de la riqueza parece hermanar a la izquierda y la derecha.

Para los niños habrá un rincón infantil y también un cine y un centro médico. El campamento que se levantará el próximo sábado en la Beursplein, una plaza de Ámsterdam aledaña a la Bolsa de Valores, estará provisto de todos los servicios. Después de Estados Unidos, Grecia y España, el 15 de octubre también Holanda será escenario de acciones por una sociedad más justa.

‘Esperamos como mínimo setecientas personas en Ámsterdam’, pronostica Robin Celie del Movimiento Ocupar Ámsterdam. En la página web, unas 2.000 personas han manifestado su apoyo. La organización existe desde hace apenas unos días y cuenta con una diversa composición. Robin Celie:
‘Cada día se apuntan nuevas personas en nuestro sitio de Internet. Gente de todas las edades, culturas y niveles sociales nos apoyan y quieren colaborar. Creo que Ocupar Ámsterdam será un movimiento más diverso aún que Ocupar Wall Street’.

No contra el primer ministro, sino contra el sistema
¿Tan mal estamos entonces en Holanda? ‘No es una protesta contra el gabinete de Rutte, sino contra el sistema internacional’, explica Seth Lievense, otro integrante del movimiento Ocupar Ámsterdam.
“El 1% de la población mundial adquiere cada vez más poder frente al 99% restante. Uno se puede preguntar cuán democrático es un gobierno si está sujeto a leyes económicas que permitan esta situación.’
Cómo se desarrollará la jornada en la plaza Beursplein todavía sigue siendo una sorpresa, incluso para los organizadores. Lo que ellos ofrecen es una plataforma para que la gente se pueda expresar pero cada uno puede elegir su propia forma de expresión. Un restaurant cercano se ha ofrecido para preparar comidas y otro simpatizante se ocupará de instalar un sistema de wifi.

Debate público
En La Haya, se han registrado hasta el momento 800 personas, relata Laurens Foudraine, de Ocupar La Haya. Foudraine se apuntó inmediatamente después de ver que las protestas de Wall Street se extendían a Holanda. ‘Naturalmente no se puede transformar un sistema mundial del día a la noche’, reconoce. ‘Se trata de lanzar una señal, esperando que estimule a la reflexión.’ Foudraine no espera apoyo de los políticos. ‘Están demasiado vinculados con el mundo empresarial.’

El movimiento aún no cuenta con objetivos concretos para el futuro. ‘Lo primero es abrir el debate público donde sea posible’, opina Foudraine. ‘A largo plazo, podría ser que algunos de los participantes ingresen en la política y eventualmente podríamos llegar a conformar un partido.’

No es flor de un día
Los organizadores no restringen las acciones de Ocupar Ámsterdam a una sola jornada. ‘Cada uno puede decidir por sí mismo cuánto tiempo permanece’, señala Seth Lievense. ‘Algunos prefieren no quedarse a dormir y tampoco es necesario. Se trata de contribuir en la medida de lo posible para cada uno. Tampoco es imprescindible la presencia física en la plaza de Ámsterdam, aunque es deseable. No se trata de una manifestación, es un llamado al mundo para que piensen en alternativas a este modelo. Eso se puede hacer en la plaza pero también por Internet.’