Partió desde las tierras bajas, al nivel del mar y ascendió al altiplano a cuatro mil metros de altura. Su objetivo fue luchar activa pero pacíficamente contra un proyecto desarrollista de Estado, cuestionado en su transparencia, en su diseño estructural, sus objetivos y costo, el mismo que divide el área natural contrariando gravemente y de fondo la nueva Constitución Política el Estado Plurinacional y su cosmovisión cultural.

Desde un inicio y en el transcurso del tiempo, inútiles fueron los acercamientos para instalar un diálogo entre los marchistas y los funcionarios ministros del gobierno. No existió ninguna voluntad política en las propuestas y, más bien, se lanzaron amenazas y mendicidades oficiales que el pueblo consciente no aceptó como válidas.

En Yucumo, aun en el oriente selvático, la marcha fue amenazada y bloqueada por campesinos interculturales, quienes a su vez son acusados de avasallar tierras vírgenes para la siembra cocalera, efectuaron zanjas con aprestos de violencia. El gobierno los toleró y envió fuerzas policiales para detener la marcha indígena con el argumento de proteger la vida.
El 25 pasado se aclararon las intencionalidades. Los policías bajo orden que aún se ignora, iniciaron la violencia inusitada y cruel. Procedieron a intervenir la marcha en forma violenta. Se los ultrajó, gasificó, amordazó, maniató, arrastró a los indígenas subiéndolos a vehículos policiales; no se discriminó en la represión a varones ni a mujeres, fueron golpeados cruelmente, sufriendo lesiones contundentes y hasta fracturas óseas; diezmados temporalmente por la represión policial, se reagruparon y prosiguieron su reclamo.
Ante los cuadros de masacre indignados, renunciaron algunos funcionarios ministeriales; a otros se los sacrificó en aras a difuminar la transparencia informativa.

Familias enteras marcharon sacrificadamente los dos meses, acompañados de los hijos, adolescentes, niños de toda edad, madres embarazadas algunas de las cuales abortaron debido a la fatiga y a los gases venenosos, otras llegaron al parto mediante cesárea obligada en hospitales rurales.

Llegaron dificultosamente a La Paz donde fueron recibidos apoteósicamente y calificados como héroes por todo un pueblo generoso y conmovido. Llegaron al centro mismo de la ciudad en la Plaza Murillo y en la Plaza de San Francisco, lugares simbólicos e históricos de la capital. Alojados en la Universidad Mayor de San Andrés, algunos se instalaron en la vecindad del palacio quemado donde hacen vigilia sacrificada.

Piden entrevistarse con el presidente para exponer sus demandas en el marco del respeto debido a la dignidad que los anima.

Hasta el momento, 20 de octubre, no hay nobleza en los gestos oficiales, ninguna humanidad en el actuar con los ciudadanos más humildes de Bolivia. Pretextos fútiles son expuestos en cadena repetida de equivocaciones que pueden llevar a una explosión de violencia y sangre que luego se lamentará tardíamente.

A ese propósito, caló muy hondo el mensaje de Leonardo Boff cuando en el 80 aniversario del Cristo del Corcovado, lo resucita y pone en palabras unas nuevas Bienaventuranzas modernas: *“Bienaventurados todos vosotros, indígenas de tantas etnias, habitantes primeros de estas tierras risueñas, que vivís en la inocencia de la vida en comunión con la naturaleza. Fuisteis casi exterminados, pero ahora estáis resucitando con vuestras religiones y culturas dando testimonio de la presencia del Espíritu Creador que nunca os abandonó. Ay de aquellos que os subyugaron, os mataron por la espada y la cruz, os negaron la humanidad, satanizaron vuestros cultos, os robaron las tierras y ridiculizaron la sabiduría de vuestros chamanes”*.

Viernes 21 de octubre 68 días de lucha en la carretera y en el corazón de la patria.
Ganaron los indígenas del Parque Isiboro-Sécure, territorio virgen entre los departamentos de Cochabamba y el Beni, parte intocada de la Amazonía boliviana.
Ninguna carretera atravesará el Parque protegido constitucionalmente, ni carreteras, ni transnacionales ni nacionales petroleras. Al contrario entre los 16 puntos del pliego de demandas están remarcables exigencias, consulta previa, salud, educación y vivienda; además descentralización autonómica, avance tecnológico en información-comunicación y universidad antropológica que respete y eduque fortaleciendo la cosmovisión y la evolución cultural propia de las tres nacionalidades habitantes del parque. Todo ello está en la Constitución Política del Estado, por tanto piden solución a las necesidades contempladas en la Carta Fundamental, la nueva CPE en la cual tuve la felicidad de intervenir como parlamentario en el H. Senado de Bolivia.

La fronda de la selva amazónica boliviana, las altas especies de maras vibran sus copas expresando su inmensa alegría, pervivirán aun decenas de años hasta morir de pie. Los ríos que transcurren apacibles en cimbreada evolución con los delfines, los últimos bufeos de la madre naturaleza saltan de regocijo. Las aves, los tucanes, tordos y gallinas de monte cantan su himno de homenaje a la vida. Los saurios, los tigres, los osos, los ciervos, también elevarán su mirada al cielo agradecidos, a ustedes hermanos humildes y gigantes de la dignidad.

Felicidades hermanos indígenas, desde el corazón, cada uno de los bolivianos os aplaude y envía su abrazo de amor. Felicidades. Vaya todo el respeto por su lucha valiente y su triunfo que envía un mensaje a todo el pueblo de Bolivia y a todo el mundo ansioso de nuevos horizontes. Cuando los sueños tienen substancia y determinación como la mostrada por ustedes, se cumplen.