**Por Sebastián Vega**

**- La crisis educacional ha entrado en una fase decisiva, con largos meses de tomas y movilizaciones, pero con muy pocas luces de una solución definitiva, ¿qué caminos deberían seguirse para construir objetivos concretos?**

– Los objetivos están claramente planteados por el movimiento, tienen amplio respaldo ciudadano. Las demandas centrales son de sentido común, porque todo lo que se reclama está, además, defendido por organismos internacionales, incluso por instituciones pro-modelo del mercado, como la OCDE, Banco Mundial y otros que han informado que la educación chilena requiere reformas estructurales. En definitiva, los objetivos están muy claros, lo que hay es un gobierno intransigente, cerrado, irracional en sus respuestas, por eso si las autoridades no entregan salidas a este conflicto va a seguir escalando y aumentando en su presión.

**- ¿Comparte la tesis del gobierno que habla de un movimiento estudiantil desgastado?**

– Todo movimiento que se sostiene por meses empieza a sentir cansancio y agotamiento, son síntomas normales. Pero eso es distinto al desgaste, que es cuando los demás dejan de tener fuerza, se pierde convicción, respaldo ciudadano, ahí recién se puede hablar de desgaste, por lo que hay que diferenciar entre cansancio, con todo lo que significa la represión, los detenidos, pero eso no es lo mismo que desgaste. El movimiento, al contrario, está cada vez más fortalecido.

**- ¿Cree que existe voluntad política dentro del Ejecutivo para ejecutar cambios estructurales que destraben la situación?**

– No, no la tiene, porque el análisis que se ha hecho –y que comparto- es que al interior de La Moneda hay una pugna entre los sectores más proclives a dialogar y a buscar salida a la crisis, y otros más duros, represivos y autoritarios que han optado por coartar el movimiento, y parece que son esos los sectores que se han impuesto, siendo esto muy lamentable para el país más que para el gobierno. Por supuesto también es malo para ellos, porque va a terminar en una impopularidad extrema, pero que importa si finalmente es un pésimo gobierno. Lo que tenemos que destacar es que es negativo para los ciudadanos.

**- Desde su rol de dirigente nacional del Colegio de Profesores, ¿qué nota le pone a la actuación del magisterio en este conflicto?**

– Le pondría un seis, porque se ha hecho un esfuerzo por participar del movimiento con la mayor fuerza posible… tiene ese mérito. Pero nosotros sabemos que quienes llevan el movimiento en realidad son estudiantes y jóvenes, porque este es un movimiento fundamentalmente generacional, y en ese sentido me parece bueno, porque al tener estas características, desde nuestro punto de vista humanista, la lucha generacional es la que va motorizando los cambios en la sociedad, así las nuevas generaciones aportan nuevas visiones y sensibilidades.

A mi no me parece nada negativo que el movimiento lo lleven los estudiantes, al contrario, es una de sus fortalezas. Entonces como Colegio de Profesores vamos participando, acompañando y eso va sumando.

**- ¿El movimiento estudiantil mantendrá su representatividad y peso social sin la presencia de Giorgio Jackson y Camila Vallejo, cuando éstos dejen sus cargos en la Confech?**

– Una de las características novedosas de este movimiento es que no se basa en liderazgos personales. Lo que hay aquí es una generación de jóvenes que tienen una sensibilidad común, de hecho, todo este concepto de que ellos no tienen dirigentes sino que voceros, lo expresa. Los voceros, que han realizado muy bien su papel, pueden ser perfectamente reemplazados por otras personas, porque no son quienes dirigen, son quienes expresan las demandas y posiciones que el movimiento tiene, y eso es un elemento muy interesante, algo que, por cierto, los humanistas compartimos y alentamos, ese funcionar colectivo, conjunto, de trabajo en equipo, alejado de personalismos, por lo tanto, de ninguna manera me parece que el movimiento se vaya a debilitar porque hay un recambio normal de dirigentes.

**- Por último, desde su visión de profesor humanista, ¿cuál son las principales lecciones que saca de este año efervescente y lleno de energía joven?**

– La principal lección es que la sociedad chilena ha sido removida por una generación que ha despertado, y tenemos que alentar eso, facilitarlo, proteger a los jóvenes de esta respuesta represiva tan salvaje del gobierno. Chile tiene una oportunidad única de renovarse y revitalizarse con este despertar juvenil.