Noam Chomsky, introducido por [Michael Albert] (http://www.zcommunications.org/introducing-chomsky-by-michael-albert) fue el principal orador en la conferencia organizada por Peace News en Londres con el patrocinio de la fundación Joseph Rowntree y Quaker Peace and Social Witness. El tema central fue cómo avanzar una agenda radical a través medios de comunicación igualmente radicales.

En cambio, Chomsky decidió enfocar su discurso de apertura en el movimiento #Occupy Wall Street y sus ramas en los EE.UU. y otras partes del mundo, reconociendo, pero no dando mucho peso a las raíces de este movimiento en la primavera árabe y otros. Celebró estos importantes eventos como el final de la apatía, haciendo hincapié en que las deficiencias del sistema han de ser tomadas por aquellos que tienen prioridades radicales. Sin embargo él encuentra bastante curioso el apoyo inusual a este movimiento por parte de figuras más tradicionales. El jefe de la Reserva Federal ha declarado que las movilizaciones son «comprensibles». El Financial Times publicó un artículo en su portada: «Miles de personas se manifiestan contra las desigualdades de EE.UU.». Los sindicatos también se han unido esta vez y Chomsky insistió en que esto es muy raro, ya que siempre tienden a apoyar el gobierno, por ejemplo, con el «New Deal» de los años 70 en que la actividad laboral radical estaba encaminada a lograr un mayor control sobre su lugar de trabajo y su dignidad. También mencionó el movimiento obrero feminista. Sin embargo, en su opinión todo esto llegó a su fin muy pronto a finales de los años 70. Durante los últimos 35 años la ideología de Reagan / Thatcher ha estado socavando los derechos de los trabajadores y generando crecientes desigualdades.

Él dio una idea de las peculiaridades de EE.UU. sobre la conciencia de clase. El término «clase obrera», parece ser innombrable en conversaciones entre gente educada. «Mi padre está en la cárcel» significa de clase baja, «mi padre es un portero» significa de clase media.

En cuanto a las demandas que realiza el movimiento de #Occupy Wall Street Chomsky insistió en que es necesario separar lo que puede obtenerse de lo imposible de obtener en un futuro próximo. Apoyó firmemente la demanda de regulación y el pago de impuestos por parte de los fondos especulativos haciendo hincapié en que había sido el gobierno de Clinton de que había terminado la ley que separaba a las inversiones de la especulación. Sin embargo, la demanda más radical para poner fin a la plutocracia de dos partidos, o sea, desmantelar la Reserva Federal y el sistema bancario según él destruiría el país y tal cosa no es posible. En su opinión, lo que parece ser el deterioro de los últimos años con las corporaciones comprando elecciones y la corrupción manifiesta del sistema económico, de hecho viene ocurriendo desde hace más de 100 años. Así que si las demandas razonables y factibles están demasiado lejos de las más radicales, si no hay conciencia de que sólo un esfuerzo a largo plazo puede lograr los objetivos, entonces su temor es que la gente se desanime y «lo deje para convertirse en un corredor de bolsa «, como ocurrió con el esfuerzo hecho contra la guerra.

Tal vez esta es su preocupación central, después de haber sido testigo del surgimiento y desaparición de tantos movimientos radicales, como en los años 30 con el New Deal (cuando los gerentes realmente temían que los trabajadores tomaran las fábricas). Lo mismo ocurrió con el movimiento de derechos civiles y su lucha larga y dura, con la popularidad de Martin Luther King empezando a decaer cuando comenzó a ir más allá del problema racial hacia las cuestiones de clase. Destacó que la primavera árabe fue más interesante donde había previamente un movimiento obrero combativo.

Puso de relieve la necesidad de inculcar la conciencia y la comprensión a la población en general. Por ejemplo, se podría haber hecho más con las fábricas locales que fueron cerradas por las multinacionales a las que pertenecían. A pesar de que esas pequeñas industrias eran, de hecho, rentables, no eran lo suficientemente rentables para los estándares de las multinacionales. Los trabajadores las podrían haber comprado con apoyo público. Del mismo modo, en el rescate a la industria automotriz de EE.UU. el gobierno, ya su propietario, podría habérsela entregado a los trabajadores. Se podría haber convertido la tecnología para construir trenes que tanto se necesitan.

En respuesta a la pregunta: ¿cómo separar a los «depredadores de los productores», afirmó que los bancos, de hecho, tienen una función, si ellos hicieran lo que se supone que tienen que hacer, por ejemplo, tomar los ahorros no utilizados y ponerlos en la producción, como había ocurrido durante los años 50 y 60, entonces las cosas podrían haber ido bien. En los años 70 todo cambió.

En relación a la Salud, dijo que el sistema de los EE.UU. es un escándalo internacional, privado, no regulado, cruel y salvaje, con 50 millones de personas que no tienen cobertura de ningún tipo. «Si los EE.UU. tuviera un sistema como el que Reino Unido está destruyendo no habría déficit. 85% de la población apoya el cambio, pero Obama lo entregó».

Con respecto a la cuestión nuclear, reconoció que algunos de sus amigos lo ven como una cuestión moral, pero él lo considera un problema técnico, donde es necesario evaluar las opciones disponibles. Sin embargo, en términos de residuos nucleares se ve el problema de los piratas somalíes, por ejemplo, como una consecuencia de la destrucción de la pesca en la zona por el vertido de residuos tóxicos y nucleares.

Criticó a las «minorías intelectuales» por mantener a las «masas ignorantes» fuera de la toma de decisiones. Los medios de comunicación recogen esto y lo replican. Sugirió que culpar a los medios por socavar a la izquierda era como culpar a los bancos por hacer dinero.

Cuando se le preguntó por su consejo a la Asamblea que se estaba llevando a cabo en el puente de Westminster (frente al Parlamento), en apoyo a la Salud y preparación para la movilización del 15 de octubre él sugirió que no se queden atrapados en una letanía de quejas, sino que se centren en objetivos viables. Dejar las metas inalcanzables por ahora ya que la manifestación puede crear los medios para ganar en comprensión y en organización para que terminen haciendo factible metas por ahora inpracticables. “Hay que establecer las estructuras, no es una cuestión de gratificación instantánea”.

En cuanto al sistema de mercados, su propia naturaleza es ignorar las externalidades, «Incluso si eso significa la destrucción de la especie.»