Los indígenas de las tierras bajas de Bolivia trepaban a ritmo sostenido en medio de un fuerte sol y cerros nevados por una carretera troncal de asfalto rumbo a La Paz, a 3.600 m de altitud, tras haber recorrido desde agosto, con varias paradas, unos 600 km desde la ciudad amazónica de Trinidad.

«Hemos salido a las 8 de la mañana de Pongo (a 38 km de La Paz), estamos caminando hacia Urujara (a 10 km de La Paz)», donde la caminata, de más de mil indígenas, pernoctará para «salir de Urujara a las 8 de la mañana con destino a la sede de Gobierno».

La columna de marchistas, que comenzó a engrosarse con la presencia de activistas de diversos sectores para llegar de manera multitudinaria a La Paz, tiene previsto realizar este martes una ceremonia andina en la Cumbre, un lugar rodeado de nevados y una laguna, a unos 3.800 m de altitud.

«El gobierno va a demostrar mañana si tiene esa voluntad (de atender su plataforma de 16 puntos, entre los cuales la suspensión del proyecto carretero)», manifestó Fernando Vargas, uno de los líderes de la caminata.

«Vamos a ir a la catedral, donde nos recibirá la iglesia católica con una solemne misa. Creo que si el presidente tiene la voluntad política estará presente después de la misa, donde nos dirá, por ejemplo, en qué momento nos va a atender», añadió Vargas.

La catedral de La Paz se encuentra al lado del palacio Quemado, sede del Ejecutivo, en una plaza pública habitualmente vedada a manifestaciones públicas ajenas al oficialismo.

Los marchistas esperan que Morales «demuestre una voluntad de su gobierno y de su persona, más que como presidente como persona» para dialogar el pliego que principalmente demanda la suspensión definitiva del proyecto caminero.

Este conflicto se ahondó con una violenta represión policial a la marcha a fines de septiembre, lo que provocó la indignación ciudadana y despertó la solidaridad hacia los aborígenes, que podrían ser recibidos como héroes este miércoles cuando arriben a La Paz para hablar con Morales.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó este lunes al gobierno de Bolivia a proteger a los indígenas «en vista del uso excesivo de la fuerza por la policía en la represión de la marcha del 25 de septiembre».