Quizás a alguno le
parezcan “normales” porque ya se han hecho habituales, pero yo no puedo quedar indiferente
ante tanta arbitrariedad. Quizás a otros les generen violencia el solo mirarlas. No es mi
intención violentar a nadie, pero creo necesario que cada uno vea y juzgue por sus propios
ojos.

Para muestra, les acompaño 3 videos.

En el primero se ve a un Carabinero tirar una bomba lacrimógena dentro de una casa sin
provocación alguna, intoxicando a quienes se encontraban en el interior. Tuve que mirar el
video tres veces tratando de entender que pasaba por la cabeza de ese uniformado para
cometer tal acto de violencia. Este es el link para ver el video [http://vimeo.com/28179683](http://vimeo.com/28179683)

En el segundo se ve a un hombre tratando de detener a uno de los vehículos de la represión
policial en Valparaíso. A continuación se desencadena la prepotencia de Carabineros que no
respetan ni ancianos, ni mujeres. [http://goo.gl/0TQ44](http://goo.gl/0TQ44)

En el tercero se ve a Carabineros atacar a los pobladores de La Victoria, quizás una de las
poblaciones que más represión sufrieron durante la dictadura. Los atacan sin otra intención
que la de destruir la señal de televisión que los pobladores han levantado con su esfuerzo de
años. Este es el link para ver el video [http://goo.gl/Ka2J5](http://goo.gl/Ka2J5)

Los humanistas rechazamos toda forma de violencia. Pero no nos confundimos cuando
decimos que el mayor factor de violencia en el mundo de hoy es la concentración de poder:
poder económico, poder político, poder religioso, cultural, social, poder militar. Hoy el Estado
y el Paraestado en que se ha convertido el gran capital, son los verdaderos generadores de
violencia sobre los individuos y los pueblos. Las policías han terminado por ser verdaderas
fuerzas represivas que actúan con violencia desatada al servicio de la defensa de los intereses
de quienes monopolizan el poder.

Que parecidos son los policías de Chile, de Egipto, España y Grecia cuando actúan reprimiendo
a los jóvenes. Que idénticas imágenes vemos y no debería extrañarnos ya que no son más que
un mismo sistema violento con uniformes de diferentes colores.

Aspiro a la pronta llegada del día en que los pueblos sean dueños de su destino y ya nunca más
tengamos que ver las escenas que acompañan estas líneas.