*»Es una pesadilla»*, agregó el jefe de gobierno, refiriéndose *»al miedo, la sangre y la muerte»* que enfrentaron los jóvenes que asistían a la universidad de verano de la juventud laborista cuando un hombre disfrazado de policía abrió fuego en la isla Utoya, cerca de Oslo, matando a unas 84 personas. Las banderas ondearán a media asta, anunció Stoltenberg.

Por su parte Jan Egeland, político y diplomático noruego afirma en esta entrevista exclusiva para Radio Nederland: *»No lo hemos entendido todavía, esto es lo peor que le ha podido ocurrir a nuestro país desde la Segunda Guerra Mundial y la ocupación Nazi. Dos generaciones vivimos en el país y nunca hemos visto algo parecido. Quizás lo peor es ahora entender que un asesino ha estado durante horas matando a jóvenes en esta pequeña isla.»*

Jan Egeland opina que Noruega no se debe convertir en un estado policial para evitar este tipo de excesos: *»Parece que ninguna sociedad puede prevenir una amenaza desde dentro. Parece que el agresor está en contra de la Noruega multicultural, contra la inmigración procedente de países islámicos, etc.»*

El diplomático noruego no teme que el drama afecte la calidad de la democracia en su país: *»Es muy importante que los medios de comunicación entiendan que aquí no ha cambiado la sociedad. En Noruega va continuar la misma buena sociedad que tiene interés en asistir internacionalmente, que va a continuar siendo multicultural y abierta, y que no va a cambiar nuestra democracia»*, afirma Egeland.

Jan Egeland, es subsecretario General de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), de las Naciones Unidas y ex Representante Especial del Secretario General de la ONU para el caso de Colombia.