Para comenzar vayamos al diccionario, allí las siguientes definiciones:

Periodismo: Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información en cualquiera de sus formas y variedades.

Periodista: Persona profesionalmente dedicada en un periódico o en un medio audiovisual a tareas literarias o gráficas de información o de creación de opinión.

¿De donde venimos?

Desde mi visión estas definiciones están bastante alejadas de la realidad de los medios masivos de comunicación.
El circo de los medios hoy es fácilmente perceptible. Se puede observar a la gente que sufre, alegrarse con personajes maquiavélicos como Marcelo Tinelli o cualquier gladiador de este circo.

Cientos de programas y revistas divierten a la gente mostrando mujeres desnudas haciendo comentarios incoherentes de escasa inteligencia, ridiculizando a la mujer, mientras la banca hace destrozos económicos en todo el planeta y EE.UU. invade algún país asiático a designar. El entretenimiento “culo-teta” direcciona las conciencias hacia lo bajo, hacia lo crepuscular. Allí queda la creatividad de las personas, en la nada misma. A esto habría que sumarle la manipulación de la información que ejercen noticieros, diarios y programas de radio, que ocultan, tergiversan y deforman todo lo que pasa a nuestro alrededor, nos mienten y alargan de esta forma la vida del sistema. Son cómplices de los poderosos, son cómplices de la violencia, del sufrimiento, de la discriminación, de la chatura, del individualismo y de la incomunicación. Es esta ultima resultado de la idiotez que generan estos medios a la gente que mira TV por horas; puede caer un meteorito al lado, que ellos siguen atrapados como si estuviesen dormidos o muertos.

Por tanto, el ser humano debe diferenciar realidad de lo que es la subjetividad de los medios, se debe entender que la vida no es lo que se muestra. Es importante ver a estos medios de comunicación como una herramienta mas de este sistema decadente, de hecho son una de las últimas armas de un sistema anti-humanista que morirá irremediablemente con el despertar de las personas.

Debemos construir otro tipo de periodismo, el cual actúe con la mirada puesta en el futuro; mediante otra sensibilidad y construyendo y difundiendo a través del valor central de la sociedad que viene, el ser humano.

Entender que el dinero es lo que mueve hoy a los medios, es la base para comprender que somos títeres de este circo mediático.
Silo, pensador y filosofo humanista del siglo XX, en “La mirada interna”, dice: “No importa en que bando te hallan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que no has elegido ningún bando”. Esta es la pieza clave para denunciar la discriminación y la subjetividad con la que se mueven los medios en los diferentes conflictos, tomando partida por los poderosos, tildando al rebelde de violento, a los reclamos de absurdos, a los estudiantes de “quilomberos”, a los extranjeros de ilegales, al hambriento de criminal y a los fascistas de republicanos. Tapando tal o cual información, adormeciendo de esta manera fenómenos sociales que pueden adquirir grandes magnitudes; agigantando temores de la sociedad: como el de la inseguridad, para acrecentar rencor u odio, para inmovilizar y para desviar conflictos y problemáticas.

Los medios imponen supuestas verdades absolutas. Debemos pregonar por el fin de las mentiras de los nuevos envenenadores de la vida, aquellos que desde un lugar que llega a millones de personas, llevan un mensaje que no tiene sentido, que no suma, resta y que lo hacen desde la estupidez, el egoísmo y el dinero, por lo tanto tenemos que presionar para que esto cambie.

Aun no puedo comprender como por algunas migajas mis colegas vendan su alma para defender monopolios, censurar o ser censurado, manipular la información, entre diferentes acciones que ponderan al dinero por sobre el ser humano y su derecho a la información.

¿Hacia donde vamos?

Vamos al futuro. Por esto apoye la nueva ley de medios, especialmente por su esencia anti-monopólica. Como persona, como humanista y como periodista apoye y difundí esta ley que reemplazaba la arcaica e ilegal ley de la dictadura.
La Ley de Medios Audiovisuales fue aprobada por el parlamento argentino en Octubre de 2009. Un año y medio después aun no se ven grandes efectos en su aplicación, Clarín y sus socios han intentado frenar la ley con recursos de amparo de jueces amigos del establishment. Sin embargo la población ya no cree el discurso de los medios hegemónicos que se ve claramente con diferentes voces que se alzan en contra del “gran diario argentino” y con la baja en las ventas del periódico.

La vigencia de la ley, la desmonopolización, la creación de nuevos medios de comunicación y de nuevos puestos de trabajo será crucial para el armado de un nuevo periodismo y es inminente.

Por otro lado el crecimiento del periodismo cibernético plenamente libre, con sus páginas, blogs y redes sociales no se podrá detener con nada y es un gran avance hacia la libertad y la diversidad
El “viejo” periodismo esta muriendo y lo festejo. Pero solo con la nueva ley de medios no alcanza. Hago un llamado a aquellos periodistas, estudiantes y gente vinculada a la comunicación a avanzar. Este es el momento para alzar las voces, este es el momento para hacer valer el derecho a la información, la libertad de expresión, de diferenciar información de opinión, de crecer y dejar de ser manipulado y violentado por el poder.

Construyamos otros medios de comunicación, construyamos un nuevo periodismo, un periodismo humano y no-violento.

Construyamos un compromiso con el futuro, con la causa justa, con la superación del sufrimiento, con el Ser Humano, su libertad y evolución.

Y sepamos que existe otro tipo de periodismo, que quizá no esta en las grandes radios o en los grandes canales de TV, que desde pequeñas publicaciones, desde radios barriales o desde Internet construyen todos los días otra forma de llevar adelante nuestra profesión.