El que fuera descubridor de la primera vacuna contra la malaria, el Dr. Patarroyo, ha seguido investigando para derrotar el mismo tipo de enfermedades. El enfoque químico es lo que le ha permitido llegar a estas nuevas conclusiones, que él define como concluyentes.

La publicación en la revista estadounidense Chemical Reviews le da credibilidad, a veces comprometida en sus más de 30 años de investigaciones, y lo avala en el ámbito de la medicina.

Su vacuna sintética contra la malaria fue donada a la OMS, sin embargo su utilización nunca se generalizó. Los especialistas tienen opiniones enfrentadas sobre sus resultados y adaptabilidad a los 5 tipos de malarias que se conocen y sobre la posible presión de las farmacéuticas para continuar vendiendo sus tratamientos de prevención.

Al margen de estas disputas, el colombiano consiguió hallar los principios químicos por los que se rigen las enfermedades infecciosas y ha creado un procedimiento que permitiría “engañar” a las células y así generar los anticuerpos necesarios para contrarrestar las infecciones.

Esta decena de reglas o principios son aplicables a casi todas las 517 enfermedades infecciosas catalogadas, de las cuales sólo 15 tienen vacuna. De ahí la importancia del trabajo realizado por la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIIC).

“El parásito utiliza proteínas o moléculas para adherirse a las células. Pero las células no pueden reconocer al parásito y, por ende, no pueden crear anticuerpos. Nosotros hemos conseguido copiar esas moléculas y modificándolas hacerlas visibles para las células. De ese modo, los anticuerpos son creados” explicaba.

16 millones de muertes anuales se producen por el conjunto de estas 517 enfermedades, entre las que se incluyen la lepra, la malaria, la tuberculosis, el dengue, el papiloma humano o la hepatitis C.

En 1986 el Dr. Patarroyo creó la SPF-66, primera vacuna sintética contra la malaria, con una efectividad de entre el 40 y el 60 % de los casos, dependiendo si se tomaban los casos en adultos, niños o en América, Asia o África. Diez años después la donó a la Organización Mundial de la Salud y ahora presenta la nueva generación, la COLFAVAC, que no ha sido aún probada en seres humanos. Pero los resultados obtenidos en monos amazónicos es muy alentador, más del 90 % de efectividad en este animal que tiene un organismo prácticamente idéntico al del hombre.

La malaria afecta a 50 millones de personas cada año y de las cuales mueren 3, sobre todo menores de 5 años, así que esta vacuna podría salvar muchas vidas.

Manuel Elkin Patarroyo ha recibido varios galardones a lo largo de su carrera, entre ellos podemos destacar el Príncipe de Asturias, la Medalla Robert Koch, el Premio Internacional Latinoamericano en Neumología Fernando D. Gómez, el Príncipe de Viana de la Solidaridad y el León Bernard que otorga la OMS.