Estuvimos en el Seminario organizado en Quito por el Banco del Sur respecto del tema de la Soberanía de la Salud.

Se debatió sobre la necesidad de impulsar el acceso a los medicamentos en nuestra región Latinoamericana ya que las industrias del Norte tienen interés comercial más que interés en salud. Es necesario una arquitectura diferente. Este tipo de foros van permitiendo analizar la situación, y algún día se podrá avanzar hacia las compras conjuntas y la producción estatal. Hay países que ya están orientados en esa dirección.

El cambio de estrategia implica un cambio para la industria nacional Latinoamericana. Habría que desvincular los costos de los medicamentos de los costos de la investigación. Cuando se trata de poblaciones pequeñas, los medicamentos son de alto costo. Estamos pagando por la investigación, no tanto por el medicamento. Se ha propuesto un tratado internacional en el que los estados se hagan cargo de la investigación.

Los medicamentos genéricos son una solución, pero el tema de las materias primas está en directa relación con esto. Muchos laboratorios están haciendo convenios, las economías a escala les pueden permitir producir medicamentos genéricos en países del Sur. No basta con conseguir medicamentos baratos, dentro del concepto de soberanía en salud, se debe ser capaces de trabajar el medicamento con los propios recursos.

Cada país debe encontrar la forma de organizarse. Lo ideal es un marco regional, para potencializar capacidades. El problema de crear estructuras necesarias para innovación y producción de medicamentos, es un tema que está en desarrollo, pero el punto fundamental es la rectoría del estado. No es un proyecto aislado de producción de medicamentos. Debe ser parte de una estrategia mayor, en el contexto de ‘soberanía en salud’, donde la producción de medicamentos es uno más, donde la salud es un objetivo y no un negocio.