Quien escribe partició de este retiro para experimentar en persona cómo es un encuentro organizado por «Mensajeros». Lo que sigue es por lo tanto más un relato personal sobre la aproximación a una experiencia, que un informe con formato periodístico.

La coordinación estuvo a cargo de Karen Rohn, quien está viajando por varios parques de Estudio y Reflexión de América para promover «El Mensaje de Silo». Llegó acompañada de otros mensajeros de Argentina y de Estados Unidos. Entre ellas Nicole Myers, conocida difusora de las enseñanzas de Silo desde los 80s.

Karen, de origen estadounidense, hace décadas tomó contacto con Silo en sus viajes a sudamérica. Cuando en 2002 él mismo lanzó al mundo esta propuesta de un «mensaje», Karen estuvo entre las primeras personas que sintonizaron y comenzaron a difundirlo. Ella misma aclaró que en El Mensaje no hay dirigentes sino algunos que, en gusto y acuerdo con sus experiencias, quieren llevarlas a otros, y facilitan el armado de Comunidades, organizan talleres, encuentros y actividades para difundirlo. Todo es voluntario, sin apuro, a partir del contacto y manteniendo ese contacto con lo mejor de la interioridad.

Lo intangible, lo inexplicable, lo innombrable
Esta corriente espiritual afectiva y profunda se basa en las enseñanzas de Silo, plasmadas en un libro llamado, justamente, El Mensaje de Silo. Este libro puede comprarse en librerías o directamente en contacto con los parques de estudio y reflexión. Pero el texto también puede bajarse gratuitamente y en distintos idiomas desde internet en www.silo.net

Quien pasara por fuera del parque, habrá visto a un conjunto de personas muy tranquilas en diferentes momentos, leyendo, intercambiando en grupos, mirando algún video, o recorriendo el parque en su portal, su fuente de agua, su monolito, su centro de Trabajo o la sala actualmente en construcción.

Nada raro, salvo, justamente, la tranquilidad, la ausencia de apuro, la amabilidad, la integración entre personas que a simple vista tienen edades, sexos, costumbres, una estética y a veces hasta razas diferentes, ya que en los parques suelen confluir viajeros de varios continentes y de pueblos originarios. Todo eso, integrado, sucedió este 22 y 23 de Enero en Parque Carcarañá, muy cerca de Rosario por ruta 34.

Sin duda lo distintivo (y principal) está en estos intangibles. De poco serviría el Libro sin esa atmósfera humana vaporosa, suave, burbujeante, que coesiona, une y proyecta a quienes participan en estos encuentros. Las búsquedas profundas no tienen edad, ni sexo, ni condición social, y en estos encuentros eso queda demostrado.

Durante el retiro se alternaron estudios, videos y momentos de ceremonias conjuntas. Estas «ceremonias» también son universales, y ponen al practicante en contacto con su interioridad y la de los demás. Oficio, Bienestar, Imposición, Reconocimiento fueron las ceremonias realizadas.
Al principio puede resultar extraño para el recién llegado, pero el afecto y el contacto profundo se van haciendo intensos. Es muy probable que al momento de los agradecimientos internos, uno incluya la portunidad de haber tenido estas experiencias. Poco ayuda intentar explicar detalles. Mejor experimentar y luego intercambiar, dialogar, intentar expresar lo inexplicable.
«Cómo puedes explicarle a alguien el sabor dulce… cómo le explicas a alguien que nunca vio un color, cómo es el color rojo…» dice Silo en uno de los videos proyectados.
Silo, seudónimo de Mario Rodríguez Cobos, fue un brillante pensador, fundador del Nuevo Humanismo Universalista. Inspirador de movimientos e iniciativas sociales, sus escritos y enseñanzas han transformado la vida de millones de personas alrededor del mundo. No es raro en varios puntos del planeta encontrar «seguidores» de sus enseñanzas que lo consideran un profundo Guía Espiritual que los ayuda a conectar con lo profundo de la interioridad humana. Silo nació en 1938 y partió a otros espacios en Septiembre de 2010.

Las Comunidades de El Mensaje

Son los modos suaves y sutiles y las formas de relación que ellos llaman «gaseosas» lo que distinguen a esta corriente espiritual universal despegada de dogmas religiosos y de todo tipo de rigidez. Justamente, algunos no le encuentran una «forma» en el sentido tradicional. Claramente no es una religión ya que no tiene «dioses» ni dogmas, no hay imposiciones, ni reglas, ni siquiera hay una interpretación de los textos o videos que pueda considerarse como más válida que otras. Se confía plenamente en la capacidad humana de conectar con aquello que da Sentido a la existencia. No es una religión y sin embargo parece haber encontrado el modo de «re-ligar» al ser humano con esa nostálgica y potente espiritualidad que busca expresarse desde lo profundo de su interioridad.

Es curioso y reconfortante encontrar asistiendo a estos encuentros y reuniones de los Mensajeros a personas que se presentan como creyentes, o se presentan como ateos, o como practicantes de diversas corrientes místicas o de autoayuda, o que simplemente se acercan diciendo «estar en búsqueda». Al parecer, el hecho de «ir al grano», a la experiencia interna profunda, y a la vez respetar la libre interpretación de las posteriores traducciones de esas experiencias, ha logrado encontrar el punto justo de encuentro y de respeto.

A poco de un sincero contacto, con humildad se comprende que las diferencias raciales, culturales, económicas, religiosas o sociales son externalidades sin sustento a medida que avanzan los descubrimientos sobre la igualdad en la condicion humana.
Dolor, sufrimiento, y cómo salir del dolor y el sufrimiento, son una constante en toda la humanidad. Las preguntas existenciales, las dudas o certezas ante los temores, la muerte y la inmortalidad, están en el trasfondo psicosocial de los pueblos y de cada ser humano… y se pueden reconocer, experimentar y compartir. Y se pueden intercambiar pareceres entre los participantes, avanzando en registros y en comprensiones.
Libre Interpretación
Una de las consignas que llama la atención y la curiosidad es que no sólo se respeta sino que se incentiva la libre interpretación y la libre difusión de El Mensaje de Silo. Al parecer la simple (pero sincera) profundización de las enseñanzas y reflexiones propuestas en el libro, van llevando a los participantes a un espacio denominador común independientemente de geografías, jerarquías sociales, creencias y costumbres.

Lo masivo, posible pero difícil

Karen explicó que se había previsto para Enero 2011 darle un fuerte impulso al Mensaje, que… «Silo mismo iba a hablar, pero lamentablemente no pudo ser… pero nosotros podemos hacerlo». Más tarde conversando con Nicole sobre posibles actos públicos, salió el tema del «Contacto».

En los animados intercambios aparecieron imágenes de grandes actos y ceremonias, pero también la reflexión de que no tiene sentido hacer algo masivo, si no se puede transmitir «la experiencia», sin generar las condiciones para que se manifieste y se propague. Es que, efectivamente, cuando uno o un grupo de personas entra en «contacto» con lo profundo, algo cambia, se percibe algo diferente. A veces la Fuerza se manifiesta, a veces su vibración, sus suaves ondulaciones se hacen claramente perceptuales. Las emociones y recuerdos positivos brotan, la luz brilla en el entendimiento, y por primera vez alguien puede experimentar lúcidamente que el contacto con lo sagrado es posible, real, y repetible. Todo ello independientemente de su procedencia cultural o religiosa y si no logra el contacto profundo la primera vez, igualmente percibe el clima de afecto, de alegría, siempre con conciencia lúcida, experimentando.
Hay un librito accesorio titulado «Comentarios a El Mensaje de Silo»…

en su página 22 el mismo Silo escribió:
«Siguiendo con la libre interpretación, algunos sienten a lo Sagrado como el motor del afecto más profundo. Para ellos, los hijos u otros seres queridos representan lo Sagrado y poseen un máximo valor que no debe ser envilecido por ningún motivo. Hay quienes consideran Sagrado al ser humano y a sus derechos universales. Otros experimentan a la divinidad como la esencia de lo Sagrado.

En las comunidades que se forman en torno al Mensaje, se considera que las diferentes posturas asumidas frente a la Inmortalidad y lo Sagrado no deben ser simplemente “toleradas”, sino genuinamente respetadas.

Lo sagrado se manifiesta desde la profundidad del ser humano, de ahí la importancia que tiene la experiencia de la Fuerza como fenómeno extraordinario que podemos hacer irrumpir en el mundo cotidiano. Sin la experiencia todo es dudoso, con la experiencia de la Fuerza tenemos evidencias profundas. No necesitamos de la fe para reconocer lo Sagrado. La Fuerza se obtiene en algunas ceremonias como el Oficio y la Imposición. También en las ceremonias de Bienestar y Asistencia se pueden percibir los efectos de la Fuerza.

El contacto con la Fuerza provoca una aceleración y aumento de la energía psicofísica, sobre todo si cotidianamente se realizan actos coherentes que, por otra parte, crean unidad interna orientada hacia el crecimiento espiritual.»