Mediante un gesto sin precedentes en la historia de la Nación Mapuche, un dirigente de una de sus comunidades que está en prisión preventiva por más de un año y que hoy lleva 74 días en huelga de hambre, detalló, en carta dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, la situación que viven los Mapuche en Chile.

Durante siglos, los Mapuche parlamentaron y llegaron a acuerdos tanto con los conquistadores representantes de la monarquía española que invadió sus tierras como, posteriormente a la independencia, con los gobiernos chilenos que les reconocieron su estatus de nación hermana y buena parte de su extensión territorial. En esos acuerdos, así como en la legislación chilena de los primeros años de vida independiente, se reconocía de distintos modos el que existía una frontera al sur y que más allá de ella, vivía otro pueblo.

Pero la independencia de los chilenos no detuvo las ansias de conquista heredadas de los españoles. La extensión del territorio de los mapuche y la posibilidad de anexarlo al naciente país acicatearon la ambición y la imaginación de próceres guerreros y de terratenientes ambiciosos que inventaron diversas formas de apropiárselo, hasta un último artificio al que llamaron «Guerra de Pacificación», adelantándose en casi 150 años al ingenioso promotor estadounidense de la guerra de Irak. Con este acto, se enterraron de un golpe numerosos acuerdos y tratados firmados durante años por gobernantes españoles y chilenos y se dió por finalizada toda discusión.

Desde ese evento bélico que consistió en la invasión militar de sus tierras y el arrinconamiento de las comunidades en territorios sin mayor interés económico, los mapuche pasaron a ser una nación de segunda categoría que ocupa un suelo extranjero y a tener que intentar su sobrevivencia física, cultural y espiritual sorteando todas las dificultades posibles que los sucesivos gobiernos pusieron a su existencia y bienestar como nación. Discriminación, división de sus tierras comunitarias, traslados a reservas, destrucción de sus territorios sagrados, no reconocimiento de su idioma, manipulación política y cultural y tantas otras prácticas reñidas con la buena vecindad y la igualdad entre naciones hermanas han sido la tónica, tanto de parte de ciudadanos como de gobiernos de Chile, en la relación con la nación Mapuche.

Por primera vez, un representante de esa nación acude a una instancia extraterritorial para solicitar que, ante la situación de algunos dirigentes de su pueblo que se encuentran encarcelados, los miembros de las Naciones Unidas se interesen por su caso e intervengan ante el gobierno chileno a fin de obtener justicia.

Reproducimos la carta que Héctor Llaitul, desde su encarcelamiento en la ciudad de Temuco, escribió para Ban Ki Moon, Secretario General de la ONU.

*Mi nombre es Héctor Llaitul Carillanca, mapuche. Soy un dirigente mapuche actualmente encarcelado por el estado chileno y en estos momentos me encuentro en huelga de hambre hace 73 días junto a otros 34 de mis hermanos de Pueblo.*

*El Pueblo Mapuche es un pueblo originario que aún existe en gran parte del sur del País de Chile y en menor medida en la parte oeste del territorio Argentino. Constituimos alrededor de un millón de habitantes que en su mayoría aún mantiene su cultura y tradiciones. Sin embargo históricamente hemos sido despojados de nuestro territorio histórico y ancestral, cuestión que nos mantiene en un estado de opresión y pobreza, situación que no ha variado en nada en el último tiempo ya que en las últimas décadas los sucesivos Gobiernos Chilenos continúan aplicando políticas de segregación y dominación al Pueblo Nación Mapuche.*

*A raíz de la pobreza y discriminación, secuelas del despojo territorial y político del que somos objeto, nuestras comunidades han iniciado fuertes procesos de recuperación de sus derechos ancestrales que son básicamente la defensa y recuperación de tierras. Situación que ha tenido como respuesta de parte del Estado Chileno una fuerte represión en contra de las comunidades, con las consecuencias de persecución, prisión y muerte de muchos comuneros mapuche, la militarización de zonas de conflicto y la vulneración de la mayoría de nuestros derechos más fundamentales incluida la violación de derechos humanos en sus aspectos más elementales.
Ahora, solo en relación con la situación nuestra, de los Presos Políticos Mapuche. No solo somos perseguidos y encarcelados, sino que, no se nos permite el acceso o el derecho a juicios justos o a un debido proceso, ya que somos doblemente procesados por la justicia civil y la justicia Militar que aún opera impunemente en Chile, más aún en la justicia civil somos procesados y condenados por la antidemocrática Ley Antiterrorista (heredera de la dictadura militar) la que triplica condenas y no nos permite el derecho a defensa siquiera, ya que posee aberraciones jurídicas como la utilización de testigos sin rostro entre otros.*

*Actualmente llevamos prolongados períodos de prisión preventiva que ya superan el año y medio de cárcel, y aún no tenemos un juicio con garantías procesales mínimas y en las cárceles ni siquiera se nos reconoce como mapuche ni como perseguidos políticos.
Esta es la situación por la cual nos mantenemos en huelga de hambre. En síntesis nuestro petitorio es el siguiente y aún el gobierno no escucha nuestras demandas:*
*- No a la justicia militar en causas a Mapuche.
– No a la aplicación de la Ley Antiterrorista a los Mapuche.
– No a la militarización de zonas Mapuche. Fin a la represión estatal.
– Por la devolución de las tierras ancestrales a las comunidades Mapuche.
– Libertad a todos los presos políticos Mapuche ahora.*

*Esta vez, queremos reafirmar categóricamente que los mapuche no somos terroristas, somos luchadores sociales de nuestro pueblo que no aplicamos violencia política desmedida. Nuestra lucha es solo defensiva y es una respuesta a la represión con básicos ejercicios de autodefensa. Nunca hemos asesinado a nadie, al contrario, nosotros tenemos muertos de nuestra gente, niños, jóvenes y ancianos. No estamos ni siquiera involucrados en hechos de sangre en las causas que se nos imputan. Más bien somos perseguidos por nuestra postura ideológica, política y cultural que hace frente a procesos de inversión empresarial que son destructivos y depredatorios de tierras antiguas-ancestrales de nuestras comunidades.*

*Por lo anterior es que apelamos a su alta investidura y a la organización que usted representa a que vea nuestra realidad, al menos esta, desde la arista de la prisión política y de la movilización que drásticamente estamos asumiendo. Haga el favor de tomar conciencia de nuestra situación y haga reflexión con sus congéneres y ojalá pudieran asumir algunas acciones de respaldo como:*
*- Pedir al Gobierno Chileno que respete los derechos políticos y territoriales de los mapuche.
– Se recomiende al Estado chileno no aplicar la justicia Militar ni la ley antiterrorista a mapuches que se movilizan y luchan por defender y recuperar sus tierras.
– Exigir al gobierno a que dé garantías para un debido proceso a los mapuche.*
*Finalmente se dé reconocimiento a nuestra calidad de perseguido y preso político a los comuneros Mapuches encarcelados y a que estos tengan una prisión más digna en la cárcel en su condición de Mapuche y dirigente de su Pueblo.*

*NO ES CLEMENCIA LO QUE PEDIMOS, SOLO JUSTICIA
HÉCTOR LLAITUL CARILLANCA
PRESO POLÍTICO MAPUCHE*