El jefe de Estado saludó a los asistentes a la conferencia de la ONU sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), el cual aboga como solución final por la eliminación total de las armas nucleares en el orbe y regula el uso de la energía atómica.

Las centrales nucleares en explotación o en construcción son un instrumento real del desarrollo económico y del mejoramiento del nivel de vida de millones de personas, estimó el jefe de Estado.

Pero los países firmantes del TNP deben buscar, al mismo tiempo, una adecuada salida para regular el cumplimiento de sus compromisos relacionados con la estricta utilización de la energía nuclear con fines pacíficos.

Recientemente, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, anunció la posible inauguración en este verano del primer bloque de la central nuclear iraní de Bushara, construida bajo asesoramiento ruso.

Sin embargo, en torno a Teherán crecen los riesgos de aplicación de sanciones, las cuales deberán ser aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Moscú rechaza la posibilidad de medidas punitivas contra Irán que puedan afectar a su población y aboga por poner en práctica restricciones inteligentes.

La República Islámica defiende en todo momento el carácter pacífico de su programa atómico y denuncia la manipulación del tema por Occidente, en especial Estados Unidos, que se niega a descartar el uso de la fuerza contra el país persa.