Senegal ha pedido a la comunidad internacional apoyo para el proyecto de la «Gran Muralla Verde» en África. La iniciativa consiste en la plantación de árboles a lo largo de todo el continente, del este el oeste, como un esfuerzo para reducir el impacto de la desertificación.

El proyecto consiste en la plantación de árboles en un área que atraviesa todo el continente, del este el oeste, en un esfuerzo para reducir los efectos de la sequía.

En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, el presidente senegalés, Abdoulaye Wade, afirmó que la ONU debería aprobar el proyecto que va a contribuir a proteger el medio ambiente y ayudar en la lucha contra el cambio climático.

La Gran Muralla Verde se extendería desde Dakar, la capital de Senegal, a Yibuti, en el Cuerno de África, con una longitud total de unos 7,000 kilómetros y una anchura de 15 kilómetros.

Senegal tiene la responsabilidad de coordinar el proyecto y el presidente Wade dijo en la Asamblea General que su país ya plantó cerca de 525 kilómetros de árboles, además de revelar que Malí y Chad ya han confirmado su participación en breve en la campaña.

El jefe de Estado senegalés indicó que expertos internacionales podrían ayudar a los países africanos a elegir especies adaptables a las condiciones áridas de la zona del Sahel.

Wade subrayó en su discurso que África debe desempeñar su papel dentro de los esfuerzos globales de protección del medio ambiente, afirmando que la muralla verde forma parte de esos esfuerzos y concluyendo que el proyecto podrá ayudar en la movilización de muchos jóvenes africanos al servicio de una causa que refuerza la paz y el medio ambiente.