El recién elegido Primer Ministro australiano, Kevin Rudd, ha emitido una disculpa oficial al pueblo indígena del país por las históricas injusticias que han sufrido.

Mr. Rudd prometió que las disculpas serían el primer cometido del nuevo Parlamento y hoy, tras la ceremonia de apertura que por primera vez ha contado con participación aborigen, ofreció el esperado discurso.

Muchas organizaciones aborígenes habían solicitado un reconocimiento oficial de las injusticias cometidas contra ellos, y en particular, por la política de separar a niños aborígenes de sus familias para realojarles en casas de acogida de blancos.

El predecesor de Mr. Rudd, John Howard, se resistió a los llamamientos para dicha disculpa, pero en su discurso de hoy Mr. Rudd ha calificado este acto como “un pequeño paso para hacer justicia sobre los errores del pasado”.

**Disculpas del Gobierno en su totalidad:**

Hoy honramos a los pueblos indígenas de estas tierras, la cultura existente más vieja de la historia de la humanidad.

Reflexionamos sobre los abusos que sufrieron.

Reflexionamos, en concreto, por los abusos hacia aquellos que conforman las generaciones robadas, ese oscuro episodio de la historia de nuestra nación.

Ha llegado el momento de que la nación abra una nueva página en la historia de Australia con el reconocimiento de los errores del pasado, y avanzando hacia delante con confianza en el futuro.

Pedimos disculpas por las leyes y políticas de los sucesivos parlamentos y gobiernos que han causado un profundo dolor, sufrimiento y pérdida a nuestros compañeros australianos.

Pedimos disculpas, especialmente, por la separación de niños aborígenes y de los isleños del Estrecho de Torres de sus familias, de sus comunidades y de su país.

Por el dolor, sufrimiento y daño a estas generaciones robadas, sus descendientes y por las familias que dejaron atrás, pedimos perdón.

A las madres y los padres, hermanos y hermanas, por la ruptura de sus familias y comunidades, pedimos perdón.

Y por la humillación y la degradación infligidas hasta ahora a un pueblo y a una cultura nobles, pedimos perdón.

Nosotros, el Parlamento de Australia respetuosamente pedimos que esta disculpa sea recibida con el espíritu con que es ofrecida, como parte del proceso de cicatrización de la nación.

Para el futuro, lo tendremos en cuenta; resolviendo que esta nueva página de la historia de nuestro gran continente puede ahora ser escrita.

Damos hoy este primer paso reconociendo el pasado y reclamando un futuro que incluya a todos los australianos.

Un futuro donde nuestro Parlamento resuelva que las injusticias del pasado no deben volver a repetirse nunca jamás.

Un futuro donde aprovechemos la determinación de todos los australianos, indígenas y no indígenas, a acabar con las diferencias que hay entre nosotros en cuanto a esperanza de vida, logros educativos y oportunidades económicas.

Un futuro que incluya la posibilidad de nuevas soluciones a problemas perdurables, allí donde los enfoques usados en el pasado fallaron.

Un futuro basado en el respeto mutuo, mutua determinación y mutua responsabilidad.

Un futuro donde todos los australianos, cualesquiera que sean sus orígenes, sean de verdad compañeros iguales, con las mismas oportunidades, y que participen por igual para dar forma al siguiente capítulo de la historia de este gran país, Australia.