El Instituto Heidelberg para el Estudio de los Conflictos Internacionales (HIIK) es una asociación sin fines de lucro especializada en la investigación, evaluación y documentación de conflictos políticos al interior y entre Estados. Este organismo, perteneciente al Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Heidelberg, publica anualmente un extenso “Barómetro de Conflictos” a nivel global, que refleja no sólo los avances de su propia investigación académica sino el desarrollo en el tiempo de los principales enfrentamientos desde el año 1945.

De acuerdo a su análisis, se considera un conflicto al “enfrentamiento de intereses (diferencias de posición) sobre valores nacionales de una cierta duración o magnitud entre por lo menos dos partes (grupos organizados, Estados, grupos de Estados, organizaciones) que están determinadas a perseguir sus intereses y lograr sus metas”. Los ítems de conflicto pueden ser reclamaciones territoriales o secesionistas, la búsqueda de autonomía, la descolonización, el enfrentamiento con un tipo de sistema o ideología, la predominancia regional o internacional, la lucha por recursos naturales o, simplemente, el poder estatal.

El Barómetro de Conflictos de 2008 contabilizó un total de 345 en todo el mundo. De éstos, 39 incluyeron el uso masivo de la violencia (“crisis severas” y guerras) y 95 fueron conducidos con un uso esporádico de la violencia, por lo que fueron clasificados simplemente como “crisis”. En contraste, se registraron 211 conflictos no-violentos, 129 de éstos manifiestos (situados en plano verbal o la agresión económica) y 82 latentes. En comparación con el año anterior, el número de conflictos se mantuvo prácticamente igual: en 2007 se habían contabilizado 344, uno menos que en 2008.

De los conflictos analizados, el Informe indica que más de dos tercios de ellos fueron enfrentamientos al interior de un Estado (254) y que éstos fueron los escenarios principales para la gran mayoría de los episodios de violencia fuerte: Afganistán (Talibán), Sudán (Darfur), Somalia (Unión de Cortes Islámicas), Sri Lanka (Tigres Tamil), Chad (enfrentamiento con el Movimiento para la Democracia y la Justicia), Irak (Grupo al-Sadr), Pakistán (Rebeldes Islamistas) y Turquía (PKK/KONGRA-GEL/áreas kurdas).

Sólo unos de los conflictos altamente violentos fue entre dos Estados: la corta guerra de agosto entre Rusia y Georgia, la primera entre dos Estados desde la invasión estadounidense a Irak. Sin embargo, usos esporádicos de la fuerza fueron registrados en situaciones de tensión entre Armenia y Azerbaijan, Chad y Sudán, Eritrea y Yibuti, Pakistán e India, Tailandia y Camboya, EEUU y Pakistán e Israel y Líbano (cuyo enfrentamiento de 2006 había sido la última “crisis severa” hasta la fecha).

Al igual que en el año anterior, casi un tercio de los conflictos (111) se ubicaron en Asia y Oceanía. África se ubicó segunda con 79, Europa tercera con 65, el Medio Oriente y el Maghreb cuartos con 47 y América quinta con 43. Finalmente, en por lo menos 77 de los 347 conflictos se llevaron adelante conversaciones, negociaciones o conferencias entre las partes en conflicto. En total, el número de conversaciones en estos conflictos llegó hasta 208. Al menos 62 se llevaron a cabo para conflictos muy violentos, 57 en un bajo nivel de violencia y 89 en disputas no violentas.