En el encuentro “60 años en la lucha por la paz” realizado el pasado viernes 14 de agosto en la sede de la Unión Cultural Armenia en Buenos Aires, el Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (MOPASSOL) y el Consejo Mundial de la Paz buscaron concientizar sobre la peligrosidad de la instalación de bases militares estadounidenses en territorio sudamericano.

El vocero del Movimiento Humanista para Argentina, Guillermo Sullings, participó de un panel donde destacó en su exposición el objetivo de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia. El portavoz argumentó que esta iniciativa busca crear conciencia frente a la peligrosa situación mundial marcada por la elevada probabilidad de conflicto nuclear, por el armamentismo y por la violenta ocupación militar de territorios.

También Sullings señaló la contradicción que significa que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, responsables de velar por la paz mundial, sean «los mayores fabricantes de armas del mundo».

El evento fue convocado bajo las consignas: “por la solidaridad con Honduras, contra las bases militares imperialistas en Malvinas, Colombia, Centroamérica y en todo el mundo”. Durante el evento se realizó la inauguración del mural “60 años de lucha por la paz”, la proyección del documental “la OTAN, la IV flota de EE.UU. y las Islas Malvinas”, la presentación de la Marcha Mundial por La Paz y la No Violencia, entre otras actividades. Además se expusieron stands con temáticas tales como “Paz para Colombia”, “Solidaridad con el pueblo palestino” “Malvinas: descolonización, paz y soberanía” y “Marcha Mundial por La Paz y la no-violencia