Patricia Sosa reconoce que es como una máquina de hacer cosas, que escribe, que crea, que prefiere hacer a no hacer, y de su vida artística, que ha sido como aquella audición de radio de los setenta que escuchaba tirada en la playa, y que decía “has recorrido un largo camino muchacha”. Recuerda sus comienzos en el soul, el auge del rock nacional pos-malvinas, a la que define como una “guerra chota”, que sirvió entre otras cosas para aprovecharse de la solidaridad de la gente y sacarle hasta las pulseritas.

En una charla distendida, comentó como la popularidad debe servir para conjugarla con la solidaridad y habló de la Fundación “Pequeños Gestos, Grandes Logros” que ella preside y que cada dos meses envía al Impenetrable, nombre con que se conoce la selva chaqueña, camiones con medicamentos, telas, alimentos y agua entre otros insumos, producto de la donación de la gente.

Ante la consulta de su adhesión a la Marcha Mundial, dijo “¿Cómo no adherir? Habría que estar loco realmente para no hacerlo” y ante una propuesta de un oyente dijo que le gustaría poder grabar un spot de difusión en lengua de señas para la comunidad sordomuda, lenguaje que aprendió cuando interpretó la novela “Aprender a Volar”.

Con respecto a su carrera dijo “ahora puedo ver todo con un poco más de aplomo. Hay muchos dolores que me los hubiera evitado. En mi vida la solidaridad ocupa un lugar muy importante. Ya no hay mucho tiempo, el mundo se cae a pedazos. Hoy, yo diría que todo depende de nosotros”

>La entrevista completa se puede escuchar en el blog del programa [Comunicación Directa](http://www.comdirecta.blogspot.com)