por Leovani Garcia Olivarez

Este viernes concluyen las actividades militares estadounidenses en la base, la cual será entregada a las autoridades ecuatorianas el 18 de septiembre próximo, destacó en días pasados el ministro de Defensa de esta nación, Javier Ponce.

Se trata del primer momento de la finalización del convenio, «en el que dejan de darse las operaciones», tras lo cual corre un período de tiempo para la entrega física de la instalación, subrayó.

Ponce rememoró que se efectuó un proceso de diálogo con los representantes del Pentágono y se determinaron los detalles del traspaso del centro de vigilancia antinarcóticos, luego de la decisión de Ecuador de no renovar el acuerdo por el que se estableció la base hace 10 años.

Aclaró que la lucha contra el narcotráfico no decaerá, pues cuentan con seis aviones no tripulados, cuatro radares y ocho lanchas rápidas para realizar esa actividad y velar por la defensa de la soberanía nacional.

A estos medios se sumarán 24 aeronaves de combate Supertucanos, de fabricación brasileñas, que llegarán al país a finales de año.

«Con la salida de los estadounidenses, Ecuador recuperará la soberanía sobre una parte del territorio nacional que fuera entregada inconstitucionalmente por el presidente Jamil Mahuad, el 12 de noviembre de 1999, en medio de una crisis económica, social y política, que el país vivía en ese entonces», destaca un comunicado oficial.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, descartó firmar la renovación del acuerdo de utilización de esa instalación por parte de Estados Unidos por otros 10 años, lo cual obliga a las fuerzas extranjeras a abandonar el país.