Tras una extensa reunión con la mandataria Michelle Bachelet, el coordinador internacional y primer impulsor de la marcha, Rafael de la Rubia, y Tomás Hirsch, coordinador para Latinoamérica de la misma, salieron satisfechos del respaldo mostrado por el gobierno chileno.

*“Tuvimos la oportunidad de agradecerle el apoyo. Ha sido la primera la primera Presidenta que ha apoyado la Marcha Mundial, y ya hay otros cuatro a cinco presidentes. Se ha avanzado en precisar actividades que se harán en torno de la Marcha: Hay un seminario sobre las Fuerzas Armadas que se convoca a nivel de toda América, también se está apoyando el tramo antártico de la Marcha por parte del gobierno de Chile, y se está estudiando cómo realizar una acción con Argentina en el marco del bicentenario (unido) con el tema de la marcha”*, señaló el Presidente de Mundo Sin Guerras.
Agregó que *“la idea es sumar la Antártida como continente, ya que tiene un significado porque es un lugar desnuclearizado y además libre de armas, ni tampoco comercializado. Entonces es un símbolo y además es el 50º aniversario del Tratado Antártico”*.

Para el líder humanista y vocero regional de la iniciativa, Tomás Hirsch, fue *“una reunión extensa, porque claramente ella está muy comprometida con la Marcha Mundial por la Paz, y de promover estos temas con otros gobiernos de la región (…) Ella nos ofreció hacer algunos contactos para que la OEA pueda apoyar la Marcha y Rafael de la Rubia pueda reunirse con José Miguel Insulza”*, afirmó Hirsch con la intención que el organismo adhiera al megaproyecto por la no violencia.

Michelle Bachelet fue la primera mandataria en adherir, siendo primordial pues la marcha finaliza en la frontera con Argentina, concretamente en el complejo humanista Punta de Vacas. Así como lo es el compromiso de Cristina Kirchner, quien se unió bajo carta oficial a mediados de abril, declarando la movilización de “interés nacional” para Argentina. Título que en Chile no existe jurídicamente, pero que según Hirsch *“está más que claro que lo es”*.