Paco Vaquero es miembro de Humanistas por la Renta Básica Universal. Ha participado en el Foro Humanista Europeo, celebrado recientemente en Madrid, como ponente en la mesa de “Periodismo independiente y activismo social” así como en el área de “Política y mística social”.

¿Cuál ha sido el papel de los medios de comunicación independientes en la transformación social y cuál podría ser su papel a futuro?

Fundamentalmente “infiltrarse” en el pensamiento único que nos trata de imponer el sistema (único también). Desde luego esto hace que, en la mayoría de las ocasiones el periodismo independiente se juegue mucho: desde la honestidad del/la periodista, su supervivencia económica, su familia en otros casos y finalmente la vida. Todo para llegar al lugar de los hechos, o al lugar donde se tergiversan los hechos. Es algo que no terminaremos de valorar en su justa medida, dada la desproporción actual de medios.

¿Podrían los medios independientes contribuir a generar el relato de una nueva cultura más humana y menos violenta y romper con la hegemonía cultural de los grandes medios de comunicación?

Sin duda. Detrás de ese trabajo, o quizás por delante, va una mirada atenta y dispuesta a mostrar la cara de la realidad falseada que, seductoramente en ocasiones -pero no por eso menos violenta- se nos trata de imponer.

Exponer las otras miradas, las otras experiencias de un mismo hecho es, precisamente un acto de acción cultural, contracultural si se quiere, que responde a un código ancestral de la Humanidad: Trata a los demás como quieres ser tratado.

¿Podrían ayudar a restituir la libertad de expresión tan amenazada?

Por lo pronto mantienen la llama. A duras penas, dados los tiempos que corren donde se sirve a destajo como plato principal de la información, una verdad absoluta que necesita como guarnición el salteado de mentiras, más o menos sutiles, que ayuden a digerir lo más grosero, obviando incluso las fechas de caducidad de las propias informaciones.

Pero sí, podrían ayudar a instalar la libertad de expresión como un derecho humano, algo que, a día de hoy, está reservado sin riesgo alguno solamente a los portavoces del sistema.

Ahora mismo toca resistir.

La agenda de los medios no representa la realidad de la ciudadanía y es ajena a sus necesidades e intereses. ¿Pueden los movimientos sociales con sus acciones y movilizaciones incluir un tema en la agenda mediática?

Definitivamente sí. Tenemos experiencias de eso en los últimos tiempos, especialmente desde los movimientos como el 15M en España, que concomitó con Ocupa Wall Street, o los campamentos de la dignidad años antes, en el Sáhara, o más recientemente,  las movilizaciones contra los desahucios, los pensionistas y especialmente el feminismo que, para mí, concita lugar de encuentro de muchas reivindicaciones “para todas”, que es también un “para todos” y está consiguiendo poner en jaque al propio sistema judicial, laboral, de representación etc.

Evidentemente, el interés de todas esas movilizaciones no era precisamente alcanzar una “cuota” en esa agenda mediática. Ellos fueron la noticia por su convencimiento en la lucha que desarrollan.

¿Puede la ciudadanía generar información y marcar la agenda mediática?

Tal y como comento en la pregunta anterior, si la ciudadanía consigue organizarse y mostrar su posición con permanencia y mayoría, no les quedará otra alternativa a los medios más que atender a las demandas. Por supuesto, hay que contar con que manipularán todo lo posible los hechos y sus interpretaciones. Es aquí donde se hace necesario la presencia de los medios independientes.

En relación al lema de este foro: “lo que nos une” ¿Cómo podríamos mejorar nuestro trabajo conjunto los medios y los movimientos sociales? 

La pregunta está hecha muy acertadamente, a mi parecer, porque de lo que se trata no es de crear una especie de contubernio medios independientes-movimientos sociales que termine por hacer lo mismo que ya hacen los grandes medios.

El trabajo de cada cual necesita un ámbito de encuentro, unas “conexiones” si se quiere, donde la veracidad de los hechos, así como las interpretaciones, sean reflejadas con total honestidad.

Los medios independientes desde su misma definición, se desmarcan, no solo de los circuitos oficiales -creando los suyos propios- sino también de la ¿ética? profesional que los orienta. Dicho de otra forma, el periodismo independiente es, en si mismo, diverso y muestra diversidad de expresiones. La contrapartida es el monobloque que observamos en los canales de tv, por ejemplo, donde se discrepa solamente en las previsiones del tiempo, o el horóscopo.

Los movimientos sociales, también desde su misma definición, no presentan una hoja de ruta rígida en sus acciones, y un frente único de actuación. Pero lo cierto es que, la dirección de sus acciones busca remover el actual sistema de “bienestar” que disfrutan solo algunas personas. Es en la diversidad y en el encuentro común, que sólo se da cuando se cae en la cuenta de que no hay “oposición” entre las diferentes propuestas sino todo lo contrario, complementación.

Lo que nos une, en esencia, parece percibirse claramente, al cómo nos unimos hay que ir dándole forma.

Yo tengo esperanza.