Durante una visita a la región de Guayana para lanzar un plan industrial Chavez denunció que se está preparando el terreno para atacar territorio venezolano, con el pretexto de la existencia de grupos terroristas en la Guajira venezolana.

Al respecto calificó de irresponsable al vicepresidente colombiano, Francisco Santos, quien respaldó acusaciones de Israel sobre la supuesta presencia de grupos terrorista en territorio venezolano.

Están preparando el ataque, ya el gobierno del presidente Álvaro Uribe atacó Ecuador, pero aquí se encontrarán la guerra de todo el pueblo, advirtió Chávez, quien no obstante abogó por tomar medidas para evitar un enfrentamiento bélico.

El mandatario pidió a las autoridades colombianas darse cuenta que esa opción es una locura. Venezuela -subrayó- abre los brazos de paz a todos los pueblos, pero hay que alertar de este peligro.

El imperio yanqui, afirmó, quiere una guerra entre Colombia y Venezuela como excusa para intervenir y controlar la Fajá Petrolífera del Orinoco y las reservas, de hierro gas y otros recursos.

Si nos atacan sería la guerra. Dios nos libre de la guerra, pero no depende de nosotros, puntualizó el presidente venezolano.

Esta madrugada, luego de reunirse con un grupo de venezolanos encabezados por la senadora Piedad Córdoba, Chávez ordenó el regreso del embajador venezolano en Bogotá, Gustavo Márquez, que había sido llamado a consultas el pasado 28 de julio.

Márquez fue retirado en el contexto de un fuerte deterioro de las relaciones bilaterales por la instalación de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, junto a acusaciones sobre la supuesta entrega de armas a guerrilleros por el gobierno venezolano.

Chávez, quien rechazó las acusaciones y las consideró un intento de ocultar el alcance del acuerdo sobre las bases, anunció el inicio del congelamiento del comercio bilateral, que en 2008 superó los siete mil millones de dólares.

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