El Reino Unido se encuentra en medio de la peor crisis de desempleo juvenil en décadas. Casi un millón de personas, es decir el 21 por ciento de los jóvenes del país no tiene trabajo, según revelan cifras del Gobierno.
El número de jóvenes clasificados como NEET (ni trabaja, ni estudia ni recibe formación) ha llegado hasta los 650 mil (nueve por ciento del total), mientras que el número de menores de 25 años que trabaja se redujo al 49,9 por ciento en los últimos meses. Esta es la cifra más baja desde que comenzaron los registros en 1992.

Conforme a los datos, el número de trabajadores de entre 18 y 24 años y en paro durante más de dos años se triplicó desde el inicio de la recesión a 115,000 que representa la cifra más alta desde julio de 1994.

Según Prince’s Trust Charity, el número de jóvenes desempleados de larga duración en busca de ayuda ha aumentado por lo menos un tercio desde el año 2010.

El Instituto de Investigación de Políticas Públicas ha revelado en un reciente estudio que la tasa de desempleo para los menores de 25 años es 3,7 veces más alta que para los adultos.

Está previsto que los actuales niveles de desempleo juvenil provoquen la pobreza generalizada en la vejez, ya que la mayoría de los jóvenes no puede darse el lujo de ahorros de jubilación, de acuerdo con un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo.

Por otra parte, un estudio reciente elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra cómo la falta de trabajo afecta la salud física de los jóvenes, además de la pobreza, la indigencia y los trastornos mentales.

Esto ocurre en tanto que las políticas de austeridad adoptadas por el Gobierno de Londres han provocado reducciones de personal a niveles récord en el sector público.