«Las energías renovables no convencionales van a llegar de todas formas, el tema principal es saber si lo harán más rápido o más lento», señaló igualmente.
“Los costos de los mega proyectos se están disparando frente a los de las renovables no convencionales y la eficiencia energética”. Esta fue la contundente conclusión de Amory Lovins, experto mundial en energía, durante exposición dada este fin de semana en Coyhaique, en el marco de la campaña contra la construcción de represas en la Patagonia.
“Las ERNC son ya más baratas que ninguna propuesta centralizada, la eficiencia es más económica que cualquiera de estas alternativas, y los costos de los grandes proyectos se están disparando en el mercado global competitivo, representando un riesgo de negocios para cualquier inversionista” señaló el especialista.
Lovins es asesor internacional, creador del concepto “soft energy path” (o “ruta de la energía blanda”), y presidente y jefe científico del think tank sobre sustentabilidad y eficiencia energética Rocky Mountain Institute. Además es una de las personas que más conoce acerca de sistemas de producción de energía y se ha transformado en un gran impulsor de las Energías renovables no convencionales.
“El nivel de concentración de la generación eléctrica en Chile, en muchos países sería ilegal». “En Alemania, en un mes, instalaron 2.100 MW de energía solar. Parecido a lo que pretende HidroAysén». «Las energías renovables no convencionales para consumo autónomo asustan a las grandes empresas generadoras. Igual a lo que ocurrió cuando el celular desbancó a las telefónicas basadas en la transmisión por cable». «El ahorro de energía eléctrica funciona cuando se le permite y se le recompensa», fueron otras de sus expresiones.
El especialista afirmó además que “en los sistemas eléctricos a nivel mundial están ocurriendo dos revoluciones: la del ahorro energético y la de hacer las cosas se manera diferente. Y Chile, afortunadamente, es el país mejor preparado para beneficiarse de ambas revoluciones, principalmente combinadas” explicó. Esto ocurriría por el gran potencial en recursos renovables del país que son el nicho donde más se innova actualmente y porque, producto de la falta histórica de políticas robustas en materia de eficiencia energética, existe un amplio camino por recorrer en tal sentido. Pero esto no será fácil, toda vez que en el mundo “están colisionando las tecnologías del sigo 21 -que avanzan rápidamente- con las reglas, instituciones y cultura de los siglos 19 y 20, lo cual generará numerosos, diversos y profundos quiebres en el sector eléctrico, más incluso que en cualquier otra área”.
**La Falacia de los Megaproyectos**
En su charla, Lovins aclaró eso de “las únicas alternativas”. En una planificación correcta, dijo, existen tres grandes áreas en las cuales es posible hacer esfuerzos para asumir los desafíos energéticos.
Una tiene relación con la gestión de la demanda, mediante la eficiencia energética y el ahorro, entre otros aspectos. Otra con el mejoramiento de los sistemas de transmisión y distribución, a través de regulación del voltaje, la administración de los circuitos de distribución, la reducción de la sustracción de energía, etc. Y, en tercer lugar, con la producción a través del mejoramiento de las unidades generadoras ya disponibles, la importación de energía y, por último, la nueva generación, la cual puede ser centralizada o distribuida, con una amplia gama de opciones, entre las que se incluye la incorporación de renovables no convencionales autónomas. En Chile, la única alternativa que se plantea con fuerza es la de la generación centralizada, existiendo muchas otras. “El principal punto que quiero establecer al mostrar este gran menú es que tenemos que buscar formas inteligentes de elegir” puntualizó.
Por último indicó con relación a los megaproyectos y su supuesta ventaja con relación a las renovables no convencionales que “las ERNC son ya más baratas que ninguna propuesta centralizada, la eficiencia es más económica que cualquiera de estas alternativas, y los costos de los grandes proyectos se están disparando en el mercado global competitivo, representando un riesgo de negocios para cualquier inversionista que piense en estas gigantescas, caras y lentas iniciativas repletas de ripios en su tránsito a la concreción”. Es más, se ha demostrado en diversos países que al optarse por grandes proyectos centralizados “se desplaza a los competidores más pequeños e innovadores del mercado, y esto está demostrado en diversos análisis, incluso en sistemas más regulados que el chileno, en el cual casi no existe regulación”.
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*Con información de Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida*