Tras la retirada del grueso de sus tropas del país árabe, Canberra llamará a casa a un grupo de soldados que permanecen en cuarteles alejados de los frentes de combate, dijo el jefe del Comando Conjunto, mariscal del aire Angus Houston.

Pprecisó que la tarea de esos uniformados concluirá el 31 de julio venidero, para el cierre formal de la Operación Catalítico, nombre en código de la misión australiana en territorio iraquí.

Sólo 100 efectivos permanecerán en esa nación para la protección de los diplomáticos de la isla-continente, y otros dos por estar asignados a la misión de la ONU, apuntó.

Durante su estancia en Iraq, las tropas australianas apoyaron operaciones de seguridad y estabilización, entrenaron unos 33 mil soldados del ejército nacional, reveló el mariscal, pero el envío de unos dos mil uniformados en apoyo de la invasión de Estados unidos y Gran Bretaña en 2003 resultó en extremo impopular.

El país vivió entonces las mayores manifestaciones antibélicas desde la guerra de Vietnam.

Con esta decisión, el primer ministro Kevin Rudd cumple una promesa electoral, aunque su respaldo a la contienda en Afganistán tras una petición del presidente norteamericano, Barack Obama, elevará de mil a mil 500 el número de tropas australianas en el convulso país asiático.

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