Mei Li, de la organización Mirada Histórica de Hong Kong, ha entrevistado a muchas «mujeres del placer” de la Segunda Guerra Mundial, provenientes de China. Ellas eran mujeres de todas las edades que fueron forzadas por los japoneses a ofrecer servicios sexuales a los hombres durante todos los años de guerra. En el día internacional por la eliminación de violencia contra las mujeres en el año 2015, Mei Li urgió a la comunidad a tomar conciencia sobre lo que estas almas angustiadas han atravesado y sobre lo que aquellas pocas que todavía viven están atravesando ahora.

En noviembre de 2014, como defensora de los derechos de las “mujeres del placer” chinas, ella organizó una exhibición de fotografía y una conferencia en Hong Kong. Mei Li expresó su esperanza de aumentar la conciencia en la gente sobre que las “mujeres del placer” son víctimas de abuso sexual y que, sin embargo, poco se ha hecho al respecto.

Solo en los días anteriores, ella asistió al funeral de Zhang Xiantu, una de las “mujeres del placer”, quien murió en el norte de China en la provincia de Shanxi a la edad de 89. Zhang era el último miembro viviente de un grupo de mujeres chinas que demandó a Japón por una disculpa y una compensación en 1995. En el 2009, la Corte Suprema de Japón reconoció el crimen, pero rechazó sus demandas.

En un punto, una delegación de Japón fue a China para firmar un trato en donde se ofrecía una suma de 20.000 dólares para cada persona si no se divulgaba más sobre estos hechos acerca de las “mujeres del placer”, pero las contactadas se negaron. En su etapa de vida, el dinero ha dejado de ser importante, estaban acostumbradas a la pobreza. Ellas buscaban amplio reconocimiento y algún tipo de marcador en la historia que reconociera lo que había ocurrido.

Los historiadores dicen que los japoneses forzaron a un total de 200.000 mujeres chinas a dar servicios sexuales para sus tropas, y esto es aparte de las 180,000 mujeres coreanas y de otras procedencias, como filipinas y holandesas, que bordean las 20.000, habiendo sido introducidas al esclavismo sexual durante la Segunda Guerra Mundial.

Como la portavoz de la organización Mirada Histórica de Hong Kong, ella dice que el museo de historia en este territorio carece

de una sección comprensiva y permanente que eduque al público sobre este periodo crucial de la historia local, de cuando los japoneses asumieron el control. Para que esta situación sea corregida, se ha instado al gobierno a crear un museo para conmemorar la ocupación de la ciudad, por parte de Japón. Esto sucedió entre 1941 y 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando hasta 300.000 o más mujeres en toda China fueron abusadas sexualmente en instalaciones especializadas, a las que se puede referir como burdeles de ejecución japoneses o las eufemísticamente denominadas “estaciones de placer”, que ¡no eran tan placenteras para las mujeres!

“Mucha gente no sabe que perdimos a un millón de personas en Hong Kong durante la guerra [La población de Hong Kong había aumentado antes de ello, debido a la gente de China huyendo de los japoneses; pero después de Pearl Harbor, ellos volvieron a China ya que de todas maneras Hong Kong estaba bajo control japonés]. Las personas se trasladaron porque los japoneses tomaron el control y 10.000 mujeres fueron violadas por sus soldados aquí”, dijo Mei Li.

La prensa China ha reportado que los japoneses forzaron la política de repatriación durante todo el periodo de su ocupación debido a la escasez de alimento y el posible contraataque de los Aliados. Como resultado, los desempleados fueron deportados a China y la población de Hong Kong se redujo de 1.6 millones en 1941 a 600.000 en 1945.

La historia china-japonesa solo ocupa un área muy pequeña en el museo de historia. Casi no se menciona a las “mujeres del placer”, como si no hubiera habido tal cosa.

En diciembre de 2015, Mei Li estaba entre los activistas que organizaron protestas fuera del consulado japonés. El otro grupo era la Asociación de Reparación de Hong Kong, que demanda que el gobierno japonés acepte los ahora inservibles billetes militares que se emitieron en Hong Kong en esa época. Estos dos grupos combinados demandaron una disculpa oficial de Japón por sus acciones durante su ocupación de China y durante la guerra.

Algunas personas argumentarán que el tiempo, sana, y que este triste episodio debe ser barrido bajo la alfombra conforme avanzamos hacia el futuro, pero Mei Li se ha vuelto altamente sensible a la difícil situación de las mujeres de placer que aún quedan y que ella ha visto que son ignoradas. Es verdad, dice ella, que mujeres afectadas de manera similar en otros países han tenido mayor atención, pero que, respecto a la misma situación en China, no. Ella quiere corregir eso.

El profesor de historia Siu Kwok-kin, de la universidad Hai en Hong Kong, ha notado que las mujeres que proveyeron servicios sexuales a los japoneses caen en tres categorías: algunas eran prostitutas locales reclutadas por los japoneses, otras eran prostitutas enviadas desde Japón y otras eran mujeres forzadas a la esclavitud sexual.

Los comentarios de este profesor aparecieron en “China Daily” (en marzo de 2014), y entre esos comentarios Siu planteó la cuestión de cómo la historia fue enseñada en Hong Kong bajo el gobierno colonial. También dice que los británicos ocultaron de manera intencional el periodo de los días más oscuros de Hong Kong desde las guerras del Opio hasta la Segunda Guerra Mundial, así la gente nunca llegaría a saber sobre las actividades de mayor relevancia.

El gobierno colonial, sostiene, necesita armonía social… “para impulsar hacia delante el desarrollo de las industrias y empresas financieras. Durante los años 60 y 70, grandes corporaciones japonesas se volvieron grandes jugadores al invertir fuertemente en el desarrollo de Hong Kong”.

“Las personas de Hong Kong adormecieron de alguna manera sus sufrimientos acerca del contexto de las complicadas relaciones chino-japonesas y anglo-japonesas”. Siu insiste sobre estas tensiones, que ya es hora de que la actual administración reviva la historia censurada y que permita a los niños de las escuelas en Hong Kong tomar conciencia del periodo de oscuridad bajo la ocupación japonesa que duró tres años y ocho meses. Probablemente esto es parte de la razón de que sea un punto de vista difundido de manera internacional, y de que cualquiera de las bases legales para una compensación hayan sido eliminadas tras el Tratado de San Francisco de 1951, y las reparaciones hechas bajo los términos del tratado por el gobierno japonés, y que son estos actos los que descargan a Japón completamente de obligaciones por cualquier daño o sufrimiento. Pero, ¿es cierto que el tratado elimina toda base jurídica de cualquier otra reclamación?

En 1993, el Primer Ministro de Japón, Tomiichi Murayama se disculpó personalmente, reconociendo que el ejército de Japón había violado y esclavizado a miles de mujeres asiáticas y europeas en sus propios burdeles. Sin embargo, en 1995, los políticos de ultraderecha de Japón votaron en contra de una resolución que pide una disculpa oficial del gobierno japonés. Los esfuerzos realizados por la derecha de Japón, que han tenido éxito en la supresión de la verdad su país – por borrar su historia de tiempos de guerra de los libros de texto- han planteado un espectro completo de las críticas locales e internacionales. El actual Primer Ministro japonés , Shinzo Abe, arremetió contra este tema al analizar la posibilidad de revocar la disculpa no oficial hecha por Mutayama. Abe dice que su gobierno “no ha encontrado evidencia de que las mujeres que sirvieron como esclavas sexuales durante la guerra habían sido coaccionadas”.

Esta posición de los japoneses solo enerva más a Mei Li. Ella quiere un monumento dedicado a las mujeres del consuelo, no solo como un recuerdo para las mujeres locales o las mujeres chinas, sino más como un ejemplo del maltrato que las mujeres enfrentan en las guerras y para sobresaltar que la violación todavía es usada como una táctica de guerra, especialmente en África y en el Medio Oriente.

Traducido al español por: Andrea Espinosa