Un estudio publicado en 2012 en Archives of General Psychiatry, recientemente ha sido ampliamente difundido. Su título es:

“El efecto de tener un propósito en la vida, (PIL) por sus siglas en inglés, en relación con la enfermedad patológica del Alzheimer y los cambios en la función cognitiva en la vejez”

El estudio define el tener un propósito en la vida como “la tendencia de encontrar significado de las experiencias de vida, poseer un sentido de intencionalidad y una meta fija que guía el comportamiento”. Además, se realizaron tanto mediciones clínicas como exámenes post-mortem, y el estudio llegó a la conclusión que “tener altos niveles de un propósito en la vida muestran una mejor función cognitiva a pesar de la carga que representa la enfermedad del Alzheimer”. Además, había pruebas suficientes que muestran que tener un propósito en la vida redujo el efecto de la patología de la enfermedad ya que cambia el deterioro cognitivo. Se puede leer el estudio en el sitio web NCBI .

Otro estudio realizado por Cerebrum en junio de 2015[1] y transmitido por British Neuroscience Association se refiere una vez más a la búsqueda de un propósito en la vida.

Esta cita a Friedrich Nietzsche: “Quien tiene un Porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”, y también hace referencia a la obra de Viktor Frankl: “Una investigación reciente revela correlaciones fascinantes entre tener un propósito en la vida y los resultados positivos para la salud en un sinnúmero de sistemas fisiológicos.

Viktor Frankl, en 1940, introdujo el tener un propósito en la vida a la Psiquiatría. Frankl fue capaz de compartir su teoría y no fue ni más ni menos que un milagro. Fue un doctor judío capacitado tanto en psiquiatría como en neurología; trabajaba en Austria, donde la Alemania Nazi se estableció. Sobrevivió a tres años que fueron crueles en varios campos de concentración, entre ellos el de Auschwitz. Escribió sobre su experiencia en su obra maestra Un hombre en busca de sentido, donde resume la “logoterapia” como un conjunto de ideas que le ayudaron mientras estuvo en los campos de concentración y en su carrera profesional. Como Frankl escribe, “la principal preocupación del ser humano no es experimentar placer o evitar el sufrimiento, pero sí es encontrar sentido en su vida. Es por tal razón que el ser humano está dispuesto a sufrir con la condición de que su sufrimiento tenga sentido”. Frankl enfatiza que ese sentido es individual y no colectivo; las personas deben encontrar por sí mismas su misión en la vida. En comparación con otras doctrinas psicológicas que se enfocan en observar el impacto de hechos pasados o por medio de introspección, la logoterapia mira hacia el futuro y la voluntad de la persona para realizar algo significativo con ella.

… “Un nuevo estudio realizado por Patricia Boyle y sus colegas en el Rush Alzheimer’s Disease Center, sugiere que el tener un propósito en la vida podría ser un neuroprotector que ayuda a mantener el cerebro. Luego de hacer un seguimiento por siete años a más de 900 ancianos con riesgo de tener demencia, ellos hallaron que aquellos que tienen un nivel alto de propósito en la vida solo tienen la mitad de probabilidades de desarrollar Alzheimer, en contraste con aquellos que tuvieron un nivel bajo de propósito en la vida; incluso luego de analizar la demografía, los síntomas de depresión, las debilidades de la personalidad, el tamaño de las redes sociales y el número de enfermedades crónicas. Aquellas personas que fueron analizadas tuvieron un 30%   menos de probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo, que es una condición caracterizada por déficits cognitivos leves que podrían, aunque no siempre, acelerar el Alzheimer.

El grupo de Boyle exploró la relación entre el tener un propósito en la vida y el cambio cognitivo con el pasar del tiempo. En personas que no tienen Alzheimer, un nivel alto de tener un propósito en la vida estuvo asociado con índices más lentos de un deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Science Daily también realizó una contribución en este tema, esta vez con respecto a los efectos cardioprotectores de tener un propósito en la vida.

“Según un nuevo estudio realizado por los investigadores en Mount Sinai St. Luke’s y Mount Sinai Roosevelt, y presentado el 6 de marzo en American Heart Association’s EPI/Lifestyle, durante las reuniones científicas en Baltimore de 2015, tener un nivel alto de propósito en la vida podría reducir el riesgo de enfermedades al corazón y derrames cerebrales”.

Los valores del materialismo deshumanizado del sistema económico actual presentan solo un propósito o sentido: dinero. Sin embargo, otras investigaciones muestran que la búsqueda del sentido no solo es un problema filosófico o espiritual, sino que en gran medida es un problema físico y de salud mental que no se puede dejar de lado.

Traducido al español por: Lissette Armijos

[1] New Movement in Neuroscience: A Purpose-Driven Life, por: Adam Kaplin, M.D., Ph.D., y Laura Anzaldi