En vísperas de las fiestas de Navidad, un año después del asesinato de los cuatro niños inocentes de Guayaquil, en manos militares, la Justicia ecuatoriana acaba de dictar sentencia por 34 años de prisión para 11 de los 17 militares de una patrulla acusados como autores directos del delito de “desaparición forzada”.
El 8 de diciembre de 2024, Ismael, Josué, Nehemías y Steven —cuatro niños afrodescendientes de un barrio popular ubicado en el sur de la ciudad de Guayaquil— fueron detenidos por una patrulla militar de la Fuerza Aérea, en el sector Las Malvinas, en su regreso a casa luego de un juego de pelota. Minutos después, diecisiete militares los amedrentaron, golpearon, torturaron brutalmente y les dispararon. Luego, en un intento desesperado por borrar el rastro de su propio crimen, calcinaron sus cuerpos. El 24 de diciembre de 2024, los restos calcinados fueron hallados en un manglar de la zona rural.
En la lectura de la sentencia, el juez Jovanny Suárez declaró en la audiencia final del pasado lunes 22 de diciembre: «se ha demostrado la crueldad con la cual fueron victimados». Los magistrados dictaron sentencia luego de 15 sesiones de audiencia de juicio celebradas desde el 5 de noviembre de 2025, a lo largo de casi siete semanas.
Luego del contundente triunfo del NO en la consulta popular del pasado 16 de noviembre y del #ParoNacional2025 , Ecuador recibe esta condena del Tribunal de Garantías Penales del Guayas, como un precedente contra la impunidad y la continua violación de los Derechos Humanos, en un país que cobró más de 9.000 víctimas en el año más violento de la historia reciente.
Además del pago de multas y reconocimiento ecnómico para las familias, el tribunal dispuso como medidas de reparación, satisfacción y no repetición, disculpas públicas en un medio de comunicación nacional, una ceremonia de desagravio en la Base Aérea de Taura, la colocación de una placa con los nombres de las víctimas, y la implementación de capacitaciones obligatorias en derechos humanos para personal militar, con una carga mínima de 120 horas anuales, enfocadas en intervenciones con civiles, niñas, niños, adolescentes y adultos mayores. El fallo también ordena la rectificación pública de versiones difundidas en medios y redes sociales que estigmatizaron a las víctimas Ismael, Josué, Noemías y Steven, al señalar que dichas afirmaciones fueron desvirtuadas durante el juicio y que los jóvenes fueron víctimas inocentes de un crimen de Estado (Primicias, 22 Dic 2025).
Estas reparaciones aluden a la nefasta actuación del Gobierno, desde sus máximas autoridades que, como recuerda Fernando Bastias, Defensor de Derechos Humanos, “pidieron la revocatoria de la prisión preventiva, la revocatoria del hábeas corpus, amenazaron a la jueza constitucional que emitió el hábeas corpus, decidieron callar mientras los padres pasaban por un proceso revictimizante y doloroso e iniciaron campañas de desinformación y estigmatización con contra de los niños y sus padres” (@NandoBastias)
Las familias de los niños, las organizaciones sociales, los organismos de Derechos Humanos y la ciudadanía del país y el mundo esperan que ningún poder, ningún silencio y ninguna influencia impidan que se cumpla la justicia y que en Ecuador la dignidad se haga costumbre”.Entre tantas manifestaciones de solidaridad y amor ha circulado en el mismo día de la sentencia, la canción “No hay silencio”, con letra y música de Luis Nawel, en video clip del grupo Aztra:
“Cuatro medallas y un sueño arrancado, así cayó Ismael: torturado, humillado. Junto a su hermano y dos adolescentes, gritando en la cara del poder: “¡Justicia, señor Presidente!” ¿Qué padre imagina esta escena indolente? Cuerpos ardiendo, un disparo en la frente, otro por la espalda… y el cielo de testigo: “¡Papá, ven sálvame… que el cobarde sigue vivo!” Diecisiete botas marcando el mismo infierno, pacto de silencio, corazones enfermos. Fuego a quemarropa, violencia ardiente… Diecisiete contra cuatro, cobardía creciente. ¡No hay silencio por Ismael! ¡No hay silencio por Josué! ¡No hay silencio por Nehemías! ¡No hay silencio por Steven!”













