Diplomáticos brasileños activaron canales de diálogo en Washington y Caracas para evaluar el aumento de tensiones en torno a Venezuela y contribuir a desescalar el conflicto, en un momento en el que se interceptaron embarcaciones petroleras vinculadas al país sudamericano.
De acuerdo con medios internacionales, el pasado lunes Estados Unidos habría detenido un tercer petrolero asociado a Venezuela, aunque la Casa Blanca no confirmó oficialmente el operativo. El hecho se suma a acciones previas que, según el portal UOL, generaron irritación en el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien intenta desempeñar un rol conciliador en la región.
Durante su intervención en la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), celebrada el sábado, Lula advirtió que “una intervención armada en Venezuela sería una catástrofe humanitaria para el hemisferio y un precedente peligroso para el mundo”. Para el mandatario brasileño, el asunto no solo remite a la defensa de la soberanía, sino también a la cercanía geográfica y estratégica entre ambos países.
Diplomáticos brasileños subrayan que Venezuela comparte con Brasil una de sus fronteras terrestres más extensas, lo que eleva la preocupación ante cualquier escalada. En la Cancillería, el debate se centra además en el precedente que podría sentarse si Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, logra intervenir militarmente en un país sudamericano. “Si ocurre una vez, ¿qué impediría que se repita en otros casos?”, señalan fuentes consultadas.
En ese marco, Lula ya abordó el tema directamente con los dos jefes de Estado involucrados. A lo largo de este mes, mantuvo conversaciones telefónicas tanto con Trump como con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en las que llamó a preservar la paz en el continente.
La tensión también provocó reacciones fuera de la región. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó el decomiso de barcos de otro país por parte de Estados Unidos como una grave violación del derecho internacional, mientras que Irán ofreció apoyo a Venezuela tras las capturas.
Por ahora, el objetivo del fundador del gobernante Partido de los Trabajadores es evitar que el conflicto escale. Sin embargo, fuentes del Itamaraty admiten que no hay definiciones concretas. Según UOL, no se descarta una nueva llamada telefónica entre Lula y Trump antes de que termine el año, al tiempo que funcionarios brasileños continuarán viajando a Caracas para monitorear de cerca la situación.













