La crisis política en Madagascar se intensifica tras la decisión del presidente Andry Rajoelina de disolver la Asamblea Nacional con efecto inmediato, según informó la presidencia a través de un comunicado publicado en su página oficial de Facebook.

La sorpresiva medida se produce en medio de crecientes tensiones entre el gobierno, sectores del ejército y una ola de manifestaciones lideradas por jóvenes de la llamada generación Z. Estos grupos han protagonizado protestas masivas desde finales de septiembre, principalmente por los constantes cortes de agua y electricidad que afectan al país.

Rajoelina afirmó haber consultado la decisión con los líderes de la Asamblea y del Senado; sin embargo, persisten dudas sobre la legalidad de esta acción, lo que añade incertidumbre al ya complejo panorama político de la nación insular.

El lunes, medios locales reportaron que el presidente abandonó el país la noche anterior, después de que facciones del ejército se unieran abiertamente a las manifestaciones. Algunos soldados incluso se negaron a acatar órdenes para reprimir las protestas en Antananarivo, lo que marcó un punto de quiebre en la autoridad del gobierno.