El periodismo debe estar comprometido con la información veraz y ser consecuente con su labor social.
En un loable acto de coherencia con el periodismo ético y con la defensa del humanismo, la fotoperiodista canadiense Valerie Zink ha renunciado a seguir colaborando con la agencia de noticias Reuters como profesional independiente.
Zink ha manifestado en sus redes -y que ha recogido el medio ctxt, entre otros-, que no seguirá trabajando para Reuters por “su papel, justificando y permitiendo el asesinato sistemático de periodistas en Gaza”. A pesar de su rol como medio sumiso y difusor de la propaganda israelí, la agencia no se ha salvado de que sus reporteros caigan bajo las balas criminales.
Durante los casi dos años desde el inicio del genocidio, en Gaza han sido asesinados 233 profesionales de la información, con base en los datos contrastados por la Federación Internacional de Periodistas (IFJ-FIP), y casi 280, según datos extraoficiales de Naciones Unidas. Pese a ello, la mayoría de los grandes medios no se posicionan en contra y la comunidad internacional sigue sin poner freno a los crímenes sionistas.
En el texto citado, Zink señala que “Los medios de comunicación occidentales son directamente culpables de crear las condiciones para que esto pueda suceder” y sentencia que esos medios son los que han hecho posible que “en dos años se haya matado a más periodistas en una pequeña franja de tierra que en la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y las guerras de Corea, Vietnam, Afganistán, Yugoslavia y Ucrania juntas”.
Los reiterados “asesinatos informativos”, como los nombra el propio medio ctxt, que enlutan la libertad de expresión e información, son parte del genocidio que se está llevando a cabo en los territorios palestinos, donde han sido abatidos 181 trabajadores humanitarios -según datos de la ONU– y cuya población, además, está siendo sometida a una terrible hambruna.
La fotoperiodista, que ha roto su carné de prensa de la agencia, imagen que acompaña su publicación en redes, cierra su escrito declarando que no concibe “llevar esa acreditación de prensa sin sentir una profunda vergüenza y dolor”. Podría ser el inicio de otra manera de resistir y combatir la censura y manipulación informativa en Palestina.
A pesar de lo establecido por el Consejo de Seguridad de la ONU en la resolución 2222, aprobada el 27 de mayo de 2015 para proteger a las y los periodistas en medio de los conflictos armados, y en la que se condenan “todas las violaciones y abusos cometidos contra los periodistas, los profesionales de los medios de comunicación y el personal asociado en situaciones de conflicto armado, y exhorta a todas las partes en los conflictos armados a que pongan fin a esas prácticas”, el ejército de la estrella de David continúa incumpliéndola. Una más de las múltiples violaciones del Derecho Internacional Humanitario que lleva décadas cometiendo.
Palestina libre y en paz.
¡PAZLESTINA!













