Informe actualizado al 30 de julio de 2025

La Franja de Gaza se encuentra inmersa en una de las crisis humanitarias más graves de la historia reciente, donde la malnutrición infantil ha alcanzado proporciones catastróficas. Este informe presenta un análisis riguroso y actual de la situación, basado en datos de organizaciones humanitarias clave, con el objetivo de impulsar una acción urgente y decisiva.

La hambruna «fabricada»: un bloqueo mortal

Desde el 2 de marzo de 2025, Gaza ha sufrido un bloqueo implacable que ha estrangulado el acceso a alimentos, agua potable, medicinas y combustible. Esta restricción deliberada ha transformado el conflicto en una emergencia humanitaria sin precedentes. Antes de esta crisis, Gaza recibía alrededor de 500 camiones de ayuda al día; hoy, solo unas decenas logran entrar, dejando a la población en una situación de extrema vulnerabilidad y hambruna.

Oxfam, en su informe del 18 de marzo de 2025 titulado «Se acaba el tiempo para evitar la hambruna», declaró sin rodeos que «toda la población de Gaza sufre ahora una desnutrición aguda» y que la situación es tan «apocalíptica» que, si la ayuda humanitaria no se intensifica, «todos los niños desnutridos de Gaza van a morir». Esta contundente afirmación subraya la naturaleza inducida de esta hambruna, resultado directo de un bloqueo que limita la disponibilidad de recursos esenciales para la supervivencia.

La devastación de la malnutrición infantil

Las cifras son alarmantes y reflejan una crisis humanitaria que se agrava día a día. Según el Clúster de Nutrición de Gaza, entre enero y marzo de 2025, más del 13,6% de los niños menores de dos años en el norte de Gaza padecen emaciación aguda. Este dato, reportado en sus evaluaciones más recientes, representa un aumento de doce veces en menos de un mes y ya supera el umbral crítico del 15% que indica una situación de emergencia, al borde de la hambruna. En el sur, en Rafah, la cifra es del 5%, con un riesgo inminente de deterioro rápido. Estos porcentajes coinciden con los umbrales de hambruna establecidos por la Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC).

La situación se vuelve aún más desgarradora al observar las muertes infantiles. Los informes de UNICEF y el Ministerio de Salud de Gaza, actualizados hasta julio de 2025, confirman que al menos 32 niños han fallecido a causa de la malnutrición y la deshidratación. Se estima que más de 14.000 menores están en estado crítico, mientras la capacidad de atención médica se ha colapsado por completo debido a la destrucción de hospitales y la escasez de suministros vitales.

Organizaciones como Save the Children y más de un centenar de ONG internacionales han lanzado una alerta conjunta: el 93% de los niños menores de cinco años (aproximadamente 930.000 menores) están en riesgo extremo de sufrir malnutrición severa. Muchos expertos coinciden en que esta situación es una hambruna «fabricada», consecuencia directa del confinamiento y las restricciones deliberadas.

Consecuencias irreversibles y violaciones del derecho internacional

Más allá de las cifras de mortalidad, la malnutrición aguda tiene consecuencias devastadoras y, a menudo, irreversibles para los niños sobrevivientes. Incluyen retrasos permanentes en el desarrollo cognitivo y físico, un sistema inmunológico gravemente debilitado y una mayor vulnerabilidad a enfermedades. Esto no solo hipoteca el futuro individual de estos niños, sino que también amenaza el desarrollo de una generación completa en Gaza. La hambruna y la escasez de recursos impactan severamente a toda la población, creando un colapso social y económico generalizado.

Si bien aún no se ha emitido una declaración formal de hambruna por parte de los organismos internacionales, dos de los tres criterios umbral ya se han superado: el consumo inadecuado de alimentos y la alta tasa de malnutrición aguda en menores de cinco años. La tercera métrica, relacionada con las muertes por inanición, se encuentra en niveles diarios críticos y continúa en aumento.

El bloqueo sostenido y la restricción deliberada del acceso a la ayuda humanitaria, tal como lo documenta Oxfam y otras agencias de la ONU, pueden constituir graves violaciones del derecho internacional humanitario, incluyendo el derecho a la alimentación y la prohibición del uso del hambre como arma de guerra.

Un llamado urgente a la acción global

Ante la magnitud de esta catástrofe humanitaria, las organizaciones internacionales y la comunidad global exigen categóricamente:

* Un cese al fuego inmediato y permanente que permita la entrada sin restricciones de la ayuda humanitaria a Gaza.

* El fin inmediato del bloqueo humanitario y el restablecimiento de todas las rutas terrestres para la distribución de ayuda.

* La convocatoria a una respuesta internacional coordinada y efectiva que garantice la protección de los civiles y evite que esta tragedia escale aún más.

La crisis de malnutrición infantil en Gaza no es un desastre natural, sino una emergencia humanitaria que exige una acción política y una responsabilidad internacional inmediatas. La supervivencia y el futuro de miles de niños dependen de una respuesta concertada y un cambio fundamental en el acceso humanitario a la Franja.