El primero de junio recién pasado se realizaron en México elecciones para el poder judicial. Este fue un ejercicio  insólito y sin precedentes, que ningún país lo había hecho hasta ahora.
Antes, en México a los ministros de la Suprema Corte los proponía el Poder Ejecutivo y los tenía que aprobar el Senado. Por lo tanto, cualquier nombramiento requería transacciones y   componendas.

Uno de los órganos más importantes es el Consejo de las Judicatura Federal  (CJF), cuya  función principal es la administración, vigilancia y disciplina de la carrera de los Jueces de Distrito y de los Tribunales de Circuito.

Este CJF era nombrado por diferentes instancias: el Pleno de la Suprema Corte designaba a 3 consejeros, el Senado a dos y el Presidente de la República a uno.
Los jueces de distrito y los de circuito eran nombrados por el CJF y podían hacer cierta carrera, pero siempre que atendieran a las directivas de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura Federal.

El resultado de esto fue  que el poder judicial era bastante inepto, muy  corrupto  y siempre  inclinado a la derecha.

La iniciativa del gobierno de realizar estas elecciones  judiciales fue muy criticada por la oposición política, pues argumentaban que el gobierno de Claudia se quería apoderar del poder judicial. Pero no fue así porque por primera vez los jueces fueron elegidos por el pueblo y no por el gobierno.

Hay 130  millones de habitantes en este país, de los cuales votan 100 porque los otros son menores. Votaron 13  millones, no porque no quisieran votar más, sino porque la elección era muy complicada y la información bastante insuficiente.

Dado que este es un país federal, la elección en cada Estado tenía características diferentes.

Se eligieron:
9 Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
2 Magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
15 Magistraturas de las Salas Regionales del TEPJF.
5 Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial.
464 Magistraturas de Circuito.
386 Juezas y Jueces de Distrito.

A los que iban a votar les daban  6  boletas enormes más las correspondientes a cada Estado. En la CDMX fueron 9  boletas llenas de nombres. ¿Cómo orientarse?  Aquí no aparecían partidos políticos ¿Entonces? Los candidatos  eran propuestos por el Poder Ejecutivo, por el Poder Legislativo y por el Poder Judicial. Llevaban al lado unas letritas que decían  PE, PL  o PJ. La gente de izquierda en general decidió votar por las propuestas del poder ejecutivo. Algunos buscaron antecedentes de ciertos candidatos pero eran cientos y los de la Suprema Corte eran los que más importaban.

Para la Suprema Corte se elegían 9 personas, 5 mujeres y 4 hombres. Eso fue lo más fácil. Para los 9 integrantes ganaron los propuestos por el Poder Ejecutivo, quizás porque eran los más conocidos. Y el que será presidente, el que obtuvo más votos fue Hugo Aguilar, un abogado indígena,  ex asesor de la guerrilla zapatista, nacido en Oaxaca en 1973, que tiene una amplia carrera en la defensa de los derechos de los pueblos originarios.

Sobre este hombre ya escribí un artículo que  se llama ¿Hugo Aguilar, otro Benito Juárez?, que lo pueden encontrar en Pressenza de fecha 6 de junio 2025.